El polígono de Son Castelló cuenta con un buen número de mayoristas chinos, que concentran gran parte del negocio de mayor volumen. | P. PELLICER/ T. AYUGA

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El ecosistema del empresariado chino de Palma está en plena efervescencia. No se libran de los efectos colaterales de la pandemia y están empezando a cerrar grandes naves del polígono que hacen de mayoristas. Pero no son ajenos a las nuevas oportunidades y mientras los bares, cafeterías y restaurantes del centro viven una aguda crisis, los empresarios asiáticos ya invierten en estos locales situados en el Casc Antic. Es momento de movimientos estratégicos.

«Hay bares y restaurantes que están sufriendo y muchos locales se traspasan. Como los precios han caído un 50 por ciento, hay un boom de renegociaciones pero también hay nuevos contratos», cuenta Chechu Osinalde, gerente de la agencia Gesmorent. Esta situación, que no se había visto ni siquiera en la crisis de 2008, está siendo aprovechada por los ciudadanos chinos para redireccionar sus inversiones.

Y todo esto después de su desembarco en el polígono de Son Castelló para la apertura de grandes almacenes mayoristas que empiezan a sufrir. «Son pocos, pero están cerrando naves de venta al por mayor por culpa de la recesión turística. La caída de las ventas de los souvenires y las tiendas de costa les ha repercutido», cuenta Osinalde.

También hay comerciantes chinos que se dedicaban a vender ellos mismos en la costa ropa y souvenires. «Al ser un negocio de temporada y tener estas malas cifras turísticas, se están retirando», cuenta Osinalde.

Su agencia cuenta con tres naves con el cartel de ‘Se Traspasa’ o ‘Se Vende’ en Son Castelló. Sin embargo, «hay otras cuatro que ya están avisando de su próximo cierre por las dificultades para pagar el alquiler».

De regreso

Fang Ji, presidente de la Asociación China de las Islas Baleares (Achinib), confirma esta nueva tendencia. «Es cierto que desde el pasado noviembre se están multiplicando las ofertas de traspasos de negocios chinos. Algunos de estos compatriotas quieren volver a nuestro país porque está siendo una temporada baja muy larga y allí se sienten más protegidos ante el virus».

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Fang Ji advierte que sus asociados «quieren coger locales en el centro de Palma. Prevén otra mala temporada turística y son conscientes de que el turismo no se recuperará hasta medio plazo. De ahí que vayan a hacer un cambio de modelo de negocio».

Locales vacíos

El objetivo ahora son los bares, cafeterías y restaurantes del centro de Palma. Una batida de locales vacíos que iniciaron a principios de este año. Kim Xing es el ejemplo de emprendedor que se decantó por la hostelería. Regenta el bar 31 de Diciembre y sigue con las tapas tradicionales pero también ofrece comida china y japonesa. «Es la primera vez que tengo un bar», cuenta el empresario, que mantiene la clientela habitual del barrio.

Los emprendedores asiáticos también han empezado a demandar «locales muy grandes en toda Mallorca para impulsar bazares de gran tamaño. Ahora mismo están buscando locales de entre 1.000 y 2.000 metros cuadrados», cuenta el representante de los empresarios chinos.

Estos emprendedores se han decidido a cambiar de negocio «por la bajada del precio del alquiler». Por otro lado, aquellos que aún mantienen su negocio abierto han podido renegociar con los dueños de los locales. «Estamos muy agradecidos a los propietarios porque nos han rebajado los precios de los alquileres. Están siendo un gran apoyo para nuestros empresarios», añade Fang Ji.

Del souvenir de playa al de Palma

Las dos malas temporadas turísticas que se espera que se encadenen por culpa de la COVID ha dedidido a los empresarios a abandonar el modelo de negocio del souvenir a pie de costa, según Fang Ji (imagen). Con el cierre al turismo exterior, la viabilidad de estos negocios es imposible. De ahí que algunos empresarios hayan puesto sus ojos en el negocio del souvenir de Palma. Su percepción es que el turismo urbano se recuperará mucho antes que el de costa y los bajos precios de los alquileres son una oportunidad para decantarse ahora por esta opción.

La tendencia de bares regentados por chinos se vuelve a acelerar por la crisis económica derivada de la pandemia. Foto: G.M.