Las larvas de nacra son transportadas por las corrientes.

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El Sistema d’Observació Costanera de les Illes Balears (SOCIB) participa en un estudio colaborativo sobre el potencial de recuperación de la nacra (que se encuentra actualmente al límite de la extinción por un parásito) junto con la Universitat de Barcelona, el Centre Oceanogràfic de Balears y el Institut Mediterrani d’Estudis Avançats, entre otros centros de investigación.

Para evaluar el impacto del evento de mortalidad masiva de la nacra detectado por primera vez en 2016, los científicos han implementado una red sin precedentes de estaciones recolectoras de larvas en 37 sitios distribuidos a lo largo de la costa del Mediterráneo occidental.

Además, gracias a la utilización del modelo numérico de predicción oceánica, desarrollado por el SOCIB, se ha podido identificar el origen geográfico potencial de las larvas transportadas por las corrientes oceánicas durante el periodo principal de reproducción y reclutamiento de la especie.

Así, sin tener en cuenta los lugares donde desapareció la nacra, incluida la mayor parte de la costa peninsular española y las costas de Balears, tres regiones que albergan poblaciones no afectadas permanecen como posibles fuentes de larvas en el Mediterráneo occidental: la costa mediterránea francesa, la región del Delta de l’Ebre y las costas del norte de África (principalmente Argelia), señalan los científicos participantes en el estudio.

Desde 2016, la enfermedad causada por el parásito se ha propagado rápidamente, amenazando la supervivencia de la nacra, que es el molusco bivalvo (con dos conchas) más grande del Mediterráneo.