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Oleada de pateras en las últimas 24 horas en las Islas con 15 embarcaciones y 181 inmigrantes. Es la segunda mayor registrada, por detrás de la que se produjo el pasado 22 de septiembre con 204. Desde entonces se han sucedido otros episodios en torno al centenar de migrantes, pero sin alcanzar de nuevo ese tope. Lo que en ese momento fue un hecho puntual y sorprendente, que rompía el habitual goteo de unas pocas embarcaciones cada vez, comienza a convertirse en la norma. Además, en aquella ocasión, 92 migrantes habían sido traídos a Mallorca por un barco de la armada francesa. Esta vez, todas han sido pateras que han llegado a las costas.

De hecho, con las llegadas este viernes, en lo que va de 2020 ya son 1.124 los inmigrantes que han llegado desde Argelia hasta las costas de Baleares: la mayoría de ellos (797) a Mallorca o Cabrera. Esta cifra no tiene precedente alguno y ya duplica de largo las del año pasado que, en su momento, fueron un récord. Desde agosto de 2019 el trayecto de Dely a las costas de las Islas se ha convertido en una ruta habitual. Algo similar ocurre también en Murcia y otros puntos del Levante peninsular. Las primeras tres embarcaciones fueron localizadas en torno a las dos de la mañana por el radar a unas diez millas al este de Cabrera. La Guardia Civil y Salvamento Marítimo acudieron al lugar y rescataron a cuarenta ocupantes, todos hombres.

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Fueron trasladados al puerto de Palma. Alrededor de las 3 de la madrugada, un mercante avistó a otra en alta mar, a más de 50 millas al sur de Portocolom. Se han movilizado Guardia Civil y Salvamento Marítimo con la embarcación Illes Pitiüses, con base en Portocolom, y fueron rescatados 11 migrantes, también hombres, que han trasladado inicialmente a Portocolom y que posteriormente fueron conducidos a Palma.

La mayoría de los migrantes llegados a Mallorca este viernes (92) quedaron alojados en la estación marítima de Palma, habilitada ya como campamento provisional para estos casos, ante la dificultad de hacerlo en los calabozos de la Policía Nacional. Allí reciben asistencia de Cruz Roja y pasan las pruebas PCR para descartar casos de coronavirus. A partir de ahí, los posibles positivos y sus contactos estrechos quedarán en cuarentena. El hospital de Son Llàtzer, responsable del hotel en el que se alojan, buscaba ayer personal para poder atenderlo.

Los migrantes de las anteriores pateras llegados a las Islas no encontraron plaza en los centros de internamiento de la Península que tienen las plazas limitadas por la pandemia y las dificultades para poder llevar a cabo las repatriaciones. Si de nuevo esta vía no es posible, quedarán a cargo de organizaciones no gubernamentales que serán quienes se encarguen de su traslado a fuera de las Islas. Este tipo de trayectos por motivos humanitarios están dentro de los permitidos aún a comunidades autónomas con sus límites clausurados por la situación sanitaria.