Estos días son propicios para salir al campo a buscar hongos pero la ingesta de algunas especies puede ocasionar serios problemas. | [ ]

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Días de lluvia, de campo mojado y altos índices de humedad dan paso a fines de semana soleados y horizontes sin calima. Algunos ven en salir al campo en busca de setas, con cesta y navaja multiusos, una opción para el ocio dominguero. Todo un reto. Para los legos en la materia, la micología y las diferencias entre los carpóforos, la recogida y el yantar, son aventura arriesgada pues muchos encuentran una seta y recurren a guías on line. En tiempo de recolecta, hemos querido conocer algo más sobre estos alimentos con los que se puede disfrutar o morir, como en una ruleta rusa. Joan Carles Salom, biólogo especialista en Micología y una autoridad en esta materia en Balears, asegura que «muchos se intoxican así. Con las fotos es fácil confundirse. Los de foravila reconocen desde la infancia 4 o 5 clases de hongos y son los que consumen: esclatasangs, picornells, orella de llebre o peus de rata”. La ignorancia nos lleva a pensar que las setas llamativas son mortíferas y que los hongos ‘avisan’ del peligro con hermosos colores. Eso es una leyenda».

Otras son caprichosas. Parecen venenosas por su aspecto, como la Coprinellus saccharinus, pero solo son tóxicas si al comerlas se ingiere alcohol. Los hongos son tan adaptables que se descubren setas de gran rareza. En 2013 Salom y Josep Siquier publicaron el Catálogo de hongos y mixomicetos de Baleares con 1.894 especies. «Son ya 2.330 las catalogadas. Junto a micólogos del ámbito nacional e internacional, hemos descubierto para la ciencia seis especies nuevas. Desde hace poco, gracias a la biología molecular, diferenciamos especies mediterráneas comparando secuencias de ADN , tarea encargada al compañero Joan Planas», asegura Salom.

Son 180 las especies tóxicas que han catalogado Salom y Siquier, 25 de las cuales son mortales. La Amanita phalloides es mortal y se ha encontrado en Artá, Sóller, Sineu, Pina y Felanitx. Las Lepiota, entre otras, son mortíferas. Setas de sotobosque, musgo y pino son la Galerina marginata y afines. Son mortíferas pero suelen pasar desapercibidas. Especies como la Hypholoma fasciculare, son muy tóxicas y otras solo indigestas. Se han dado casos de confusión entre la gírgola de olivera con otras más deseadas como los picornells grocs y cada año provoca intoxicaciones. Salom afirma que en parques urbanos la Lepiota subincarnata, con aroma a mandarina, atrae a los peques. Su ingestión es funesta. Un buen plan es acudir a sus guiadas Jornades de Bolets. Lo más sensato para no entendidos, comprar setas en el súper.