Los feriantes confinados de Son Fusteret y sus familias pasaron este viernes por Tardor para recoger comida. | Click

TW
4

Los feriantes confinados de Son Fusteret no tienen perspectiva de volver a su actividad hasta la nueva normalidad y las instituciones no terminan de dar una solución concreta a su problema. Mientras esperan en el solar cedido por Grup Trui, la asociación Tardor donó ayer dos furgonetas de comida para las 27 familias allí atrapadas. La fecha de regreso a la Península para los empresarios de la Fira del Ram parece muy lejana sin fiestas ni verbenas, ya que sin actividad económica no pueden pagar los hasta 7.000 euros que les supone el viaje de vuelta.

Fuentes del Govern señalan que en la fase 3 no está previsto que los feriantes puedan reanudar su actividad. Habría que esperar a la ‘nueva normalidad’ y a que el Govern, cuando recupere sus competencias, especifique la posibilidad de que vuelvan las atracciones de feria.

En este contexto, el director general de Govern Interior del Ajuntament de Palma, Marcos Cañabate, ha mantenido varias reuniones con los feriantes varados en Son Fusteret y señala que «los feriantes pueden regresar a sus casas. Si no han vuelto es porque el transporte de las furgonetas y trailers es muy caro y están presionando porque desean una Fira del Ram en julio». Por otro lado, señala que «el recinto no es de titularidad municipal y Cort no puede tomar ninguna decisión».

Noticias relacionadas

Desde el estado de alarma se han llevado a cabo conversaciones entre Cort y los empresarios del Ram y Cañabate advierte que en las diferentes fases de desescalada se ve día a día «lo que se puede hacer y no».

A su vez, el alcalde de Palma, José Hila, señaló este viernes que «se mantienen en contacto con las áreas de Benestar Social e Infraestructures para dar una salida a la situación y ver cómo les podemos ayudar».

Precisamente ayer el comedor social Tardor donó dos furgonetas de comida a las 27 familias que están confinadas de Son Fusteret, entre los que hay media docena de niños.
Toni Bauzà, voluntario de Tardor, señaló que «se les ha puesto en contacto con los servicios sociales del Govern. No están empadronados y están en tierra de nadie».