Diversas plataformas atribuyen a las antenas de telefonía móvil impactos negativos en la salud.

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La crisis del coronavirus no ha escapado a la época de fakes, videos manipulados y teorías conspiranoicas en las redes sociales que vivimos actualmente. Más bien, la dramática situación generada por el virus ha sido el escenario ideal para dar rienda suelta a todo tipo de hipótesis y elucubraciones sobre causas, consecuencias, acciones y omisiones relacionadas con la pandemia. Una de ellas es la que afirma que el 5G, la nueva tecnología móvil que aumentará la velocidad de conexión, contribuye a la propagación del coronavirus.

El periodista mallorquín Miquel Piris, con una larga trayectoria en todo tipo de medios de comunicación, especialmente en TV3, se ha implicado personalmente en desmentir esta última teoría, dando lugar a que Mallorca viva también una polémica que se ha ido extendiendo por todo el mundo.

Estudios

Piris señala que «en Mallorca hay varias plataformas que, escudándose en supuestos estudios científicos, denuncian los presuntos efectos perniciosos de la red 5G y, con la crisis sanitaria, se han subido al carro de la teoría de que las antenas que difunden esta nueva tecnología contribuyen a la propagación del virus».

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El periodista indica que «estos supuestos estudios científicos, normalmente no publicados en publicaciones de prestigio porque no podrían avalar sus tesis, siempre ignoran y dejan de lado cualquier argumentación que pueda rebatirlos, por lo que sus autores se limitan a explicar estas teorías en webs de videos donde muchas personas pueden verlos y, lo que es peor, creérselos».

Piris lamenta que «algunos defensores de estas teorías pueden tener, realmente, una formación científica, pero, pese a ello, su argumentación hace aguas por muchos lados y no suelen tolerar las críticas o todas aquellas observaciones que las desmontan. Lamentablemente, sus seguidores se fían de una formación científica que no se ve reflejada, en absoluto, en la elaboración y desarrollo de sus teorías».

El periodista artanenc explica que «me introduje en una de estas plataformas mallorquinas contra el 5G para intentar debatir sobre estas cuestiones, pero, al comprobar que mi ánimo era crítico con sus teorías, y siempre intentando aportar argumentos científicos, fui expulsado de una manera que demuestra su comportamiento sectario».

Piris comenta que «curiosamente, todas estas plataformas que alarman injustificadamente contra el 5G recurren al 4G, las redes wifi y los teléfonos móviles para difundir sus teorías, lo que no deja de ser una paradoja. Llegaron a afirmar que las antenas de telefonía móvil instaladas en s’Era de Pula, en el municipio de Son Servera, eran de 5G. El Govern lo desmintió rotundamente. Da igual. Ellos dicen que no se lo creen, insisten en que es así como dicen y nada les hace cambiar, aunque se lo demuestren claramente».

Miquel Piris relaciona estos movimientos «con los de otras teorías absurdas, como los antivacunas. Aunque sean minoritarios, pueden hacer mucho daño porque infunden miedos irracionales entre la población. No siempre la gente tiene herramientas para cribar esta información. Mientras tanto, realidades realmente urgentes como la del cambio climático quedan a un lado».