Yolanda y Raúl Fernández, nietos de María Jesús, ayer en su domicilio en s’Aranjassa. | Pere Bota

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María Jesús Ramírez tiene 93 años, está ciega y ha dado positivo por coronavirus en la residencia de ancianos Oasis en Palma. Nunca sabe qué hora es. «Los cuidadores no tienen tiempo de atenderla. Van a su habitación, sueltan la comida y salen corriendo. Les tuvimos que pedir que retiraran los platos de comidas anteriores». La conselleria de Salut y el Consell intervinieron el centro el pasado 11 de abril tras detectar a 71 residentes contagiados de los 106 internos y tres fallecidos. 18 cuidadores también resultaron infectados.

Unos días antes del aumento de positivos, su hija Remedios llamó a la residencia para evitar que el virus le atrapara. «Me dijeron que no importaba, que allí estaban todos sanos, tanto residentes como trabajadores», cuenta la mujer en la puerta de su domicilio en s’Aranjassa. El domingo recibió un correo electrónico en el que le indicaban que no podían sacar a María Jesús de allí.

Prensa

Remedios habló con el gerente de la residencia Oasis y le preguntó por qué no tomó precauciones en vez de llevar a los usuarios en grupos al comedor. «Me dijo que el Govern no les autorizaba». Su nieta Yolanda dice que en el centro no actuaron hasta que el primer infectado salió en prensa.

María Jesús compartía la habitación 430 con Pepita. Remedios la escuchaba toser mucho cuando hablaba con su madre por teléfono. Cada vez que llamaba preguntaba a su madre por su compañera. «Está un poco constipada...». Remedios pidió al centro que atendiera a Pepita porque notaba síntomas de la COVID-19 y dio positivo. La mujer solicitó que hicieran la prueba a su madre tras tener conocimiento de que su compañera había contraído el virus. El jueves le confirmaron que había sido contagiada.

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La crisis sanitaria ha salpicado a la residencia Oasis, que ha visto cómo sus empleados han ido cayendo por el virus. «Por las noches le dan puré y al mediodía le vuelven a dar puré. Mi madre preguntó que por qué no la bañaban y le dijeron que no se podía. Hoy [por ayer], por fin, la han bañado después de un mes», lamenta Remedios. Una persona del centro le ha facilitado información de la situación. «Me dijo que sacara como pueda a mi madre de la residencia Oasis».

La familia de María Jesús siente impotencia. «Mi madre ha dado positivo y desde la residencia no nos dan información. Queremos sacarla, que la atiendan. No sé cómo pueden irse a dormir estas personas [los responsables de Oasis] sabiendo lo que tienen allí dentro». María Jesús pide que la saquen. «‘No sabéis lo que estoy pasando yo aquí’, nos dice», comenta su nieta Yolanda.

La residencia Oasis asegura que atienden a todos

Desde la residencia Oasis de Palma explicaron por teléfono este lunes a Ultima Hora que a todos los usuarios se les hace su aseo diario, se les lleva cada día el desayuno, la comida y la cena.

«La gente está haciendo comentarios malintencionados. La verdad es que las personas que están aquí trabajando hacen lo máximo que pueden y de la mejor manera posible».