Imagen de archivo de una exhumación de fosas. | ARCHIVO

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Los gobiernos de Cataluña y de Baleares se reunirán este viernes para abordar la apertura de la Fosa de Sa Coma, en la que se calcula que podría haber 500 soldados enterrados, muertos en el desembarco de Mallorca, en 1936, al inicio de la Guerra Civil, según ha informado el Govern en nota de prensa.

Según los expertos, los soldados enterrados en la fosa Sa Coma pertenecerían al ejército republicano que en agosto de 1936 llegó a la costa de Mallorca con la intención de reconquistarla, ya que un mes antes la sublevación militar del 18 de julio se había hecho con el control de la capital balear.

Se calcula que de los 8.000 combatientes que formaban la flota, 1.700 perdieron la vida en las tres semanas que duró el enfrentamiento, antes de que los republicanos decidieran retirarse el 4 de septiembre.

La mayoría de aquellos hombres fueron enterrados en fosas comunes en el mismo frente de batalla, conforme iban muriendo, en la playa de Sa Fosca, en el municipio de Sant Llorenç del Cardassar (Islas Baleares), dónde se ubica la fosa que ahora quieren abrir los gobiernos catalán y balear.

En la zona, que durante la campaña militar fue objetivo prioritario de los bombardeos de la aviación italiana que apoyaba al bando nacional, hay otras fosas ya estudiadas y documentadas.

Ahora, en la apertura de la fosa de Sa Coma, la conselleria de Justicia del gobierno catalán enviará al lugar arqueólogos para que extraigan muestras de ADN de los restos que contenga la fosa con la ambición de poder identificarlos y también se hará cargo del traslado de los cuerpos a Cataluña.

Por su parte, el instituto Memorial Democràtic de Mallorca se encargará de la señalización de los espacios de memoria.

La reunión entre gobiernos para abordar la apertura de la fosa tendrá lugar el viernes en el Velódromo Islas Baleares, en Palma, y asistirán la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat de Catalunya, Gemma Domènech, el secretario autonómico de Memoria Democrática y Buen Gobierno del Gobierno Balear, Jesús Jurado, y el director general de Memoria Democrática de las islas, Marc Andreu Herrera.