Francina Armengol y la ministra en funciones Reyes Maroto firmaron este viernes en Palma el convenio de ayudas para paliar los efectos de Thomas Cook. | LLITERES

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La ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, anunció este viernes en Palma, tras firmar el convenio con el Govern sobre las ayudas para paliar los efectos de la quiebra de Thomas Cook, que el Gobierno va a velar porque el incremento de costes asociado al cambio de combustibles en el transporte de mercancías por parte de Baleària y Armas-Trasmediteránea entre la Península y Baleares «no acabe repercutiendo en el más débil, que siempre es el consumidor».

Maroto pidió «calma» para estudiar la situación y «analizar de forma muy rigurosa» si hay un sobrecoste, y ha aclarado que «si fuese necesario España solicitará ayudas adicionales» en el ámbito europeo «para compensar el detrimento que puede suponer» para determinados sectores.

Las navieras han dado a conocer a las empresas de transporte de las Islas que a partir del 1 de enero de 2020, como consecuencia del cambio de combustible para evitar las emisiones de óxido de azufre, incrementarán los portes (fletes) entre un 10 y 20 % en el tráfico de mercancías.

Baleària y la Tras apuntan que tendrán que repercutir los costes de adaptación a un combustible más sostenible a transportistas y consumidores.

Al respecto, la ministra en funciones añadió que a falta de conocer el impacto real «se aplicará un plan de choque para compensar los incrementos que se produzcan, siempre con el objetivo de que el impacto no afecte al consumidor».

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Defendió que el sector industrial está «muy comprometido» con la lucha contra el cambio climático y remarcó que en otras ocasiones ya ha reivindicado ante Europa la «singularidad de los archipiélagos españoles».

La presidenta Francina Armengol explicó que trabajarán en esta cuestión conjuntamente con otras administraciones, puesto que es un tema «que no sólo afecta a Baleares». Apuntó que este aumento de fletes «queremos abordarlo el Gobierno estatal, con Canarias, Bruselas y las empresas del sector marítimo».

Para evaluar el impacto de los incrementos de los fletes en Baleares, el lunes se reunirá la Mesa del Transporte Marítimo con el fin de que todas las partes analicen el futuro escenario.
Armengol, además, reivindicó el Régimen Especial para Baleares (REB), «ya que las mercancías en Baleares no pueden ser subvencionadas como en Canarias por los límites del decreto de ‘minimis'». Al mismo tiempo insistió en la fragilidad del territorio insular, puesto que una subida de costes de las mercancías «supondría una desventaja gravísima para la economía de nuestras Islas».

CAEB y PIMEM

Las patronales CAEB y PIMEM mostraron este viernes su alarma y preocupación por el encarecimiento del tráfico de mercancías, porque ello mermará la competitividad de las Islas con resto de autonomías.

La presidenta de la CAEB, Carmen Planas, reclama «una solución a nivel balear, nacional y europeo al encarecimiento del transporte marítimo». Planas apunta que «es urgente resolver el problema que padece Baleares por los sobrecostes que provoca la insularidad, de ahí que es vital disponer del REB». El presidente de PIMEM, Jordi Mora, señala que apoyan todas las medidas sostenibles «pero ello no tiene que perjudicar a ciudadanos y empresarios». Mora afirma que hay que presionar al futuro Gobierno «para obtener el REB y así disponer de las herramientas adecuadas para evitar estos problemas».