Martí March y Llorenç Huguet presentaron este lunes la aportación económica del Govern a la UIB para 2020.

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El presupuesto que ha elaborado la Conselleria de Educació, Universitat i Recerca para el próximo año prevé una aportación global a la UIB de 76.702.109 euros. Esto supone un «modesto» aumento del 1,2 % respecto del año 2019. Así lo indicó ayer el conseller Martí March, quien presentó la partida que el Govern destinará a la Universitat el próximo año en compañía de su equipo y del rector Llorenç Huguet.

March explicó que con esta dotación se mantiene la financiación de los estudios oficiales y de las mejoras de las condiciones laborales del personal docente e investigador y del personal de administración y servicios; la reducción de los precios de matrícula y el mantenimiento de las infraestructuras del campus. Por su parte, Huguet agradeció «el esfuerzo hecho desde la Conselleria, dentro de la actual situación económica, para mantener la partida nominativa e inversiones» en los presupuestos de la Comunitat de 2020.

Por contra, la presidenta del Consell Social de la UIB, Francesca Mas, expresó su preocupación por la «contención» en estos presupuestos. Sin embargo, «tomó la palabra» al conseller, quien prevé que con el tiempo la situación económica «mejore», así como la financiación estatal, lo que permitirá aumentar la aportación del Govern a la Universitat.

Del total de 76,7 millones para el 2020, 64.456.032 euros corresponden a la transferencia nominativa para gastos corrientes y nóminas del personal. Otros 2.275.000 euros se destinarán en concepto de transferencias de inversiones para el mantenimiento de las infraestructuras del Campus y 1.331.466 euros a la amortización de varias infraestructuras del campus universitario.

Asimismo, fondos de la ecotasa servirán para financiar dos nuevos proyectos del ámbito de la investigación: una convocatoria de becas de movilidad para becarios predoctorales y para postdoctorales; y la creación de la Unidad de Cultura Científica.

Escuela concertada

El conseller Martí March aseguró que «la escuela concertada puede estar tranquila», después del debate generado por las declaraciones hechas por la ministra de Educación y Formación profesional en funciones, Isabel Celaá. Recordó que «la LODE la hizo un Gobierno socialista y fue cuando se institucionalizó la concertación educativa» y señaló que en Baleares «se cumple en un 95-96 % el derecho de los padres a elegir centro educativo».