Varios viajeros pasan este lunes ante las oficinas de Air Europa en la terminal de salidas del aeropuerto de Palma. | Efe

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El presidente del grupo Globalia, Juan José Hidalgo, ha tenido un fin de semana un tanto complicado, ya que en su retiro preferido del hotel Be Live Palace de Muro ha estado sopesando el contenido de esta operación, que va a suponer un cambio drástico en toda la estrategia futura del grupo que preside. Quería tranquilidad y la ha tenido, porque sabía que este lunes iba a ser histórico para su compañía y para el sector aéreo español con la adquisición de Air Europa por parte de Iberia.

El Palace de Muro es un hotel muy especial para Hidalgo, ya que aquí inició su andadura hotelera y se siente muy a gusto en sus instalaciones cuando tiene que tomar decisiones de ámbito empresarial. La de su compañía aérea, tras las firmas preceptivas en Madrid, lo requería. A esto se suma, que en este establecimiento también se pergeñó en su día el nacimiento de la cadena Be Live Hotels.

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El anuncio supuso ayer también un auténtico sopapo para Air France, ya que en su día contempló una operación similar, pero sus gestores han ido dilatando en el tiempo el formalizarla. Esta circunstancia no gustó a Hidalgo, de ahí los contactos con Iberia en los últimos meses, impensables hace un año, y el cierre de unas negociaciones que han sorprendido a todo el mundo porque nadie las esperaba por ser quiénes son sus protagonistas.

No es la primera vez en la historia de Air Europa que se le haya ligado en más de una ocasión a Iberia, pero no ha sido hasta finales de 2019 cuando Hidalgo ha tomado la decisión de vender la compañía que él adquirió en 1991.