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Unas 243.000 personas se encuentran en situación de exclusión social en Baleares, lo que representa el 21,5% de la población total, y de ellas, 98.000 personas sufren exclusión severa, según el VIII Informe Foessa Balears, que sitúa a 38.000 personas dentro de la 'sociedad expulsada', una parte de la población a los que «no están llegando de manera eficaz los mecanismos de ayuda social» y que se preocupan «únicamente de poder sobrevivir día a día».

Así lo ha indicado el secretario técnico de la Fundación Foessa, Raúl Flores, en la presentación del informe en Palma, acompañado del director de Cáritas Menorca, Gabriel Pons. El informe también alerta de la generación de «trabajadores pobres», con un 19,6% de trabajadores en situación de exclusión, y de la vivienda como «factor clave de desigualdad» en la Comunidad, con un 14% de baleares en el umbral de la pobreza severa tras descontar de sus ingresos el pago de vivienda y suministros.

En vista de los datos del informe, Flores ha alertado de que la exclusión social «se ha enquistado» en la estructura social en Baleares, de manera que a quienes la sufren «les está resultando realmente complicado ascender en la escala social».

Dentro de las 243.000 personas en exclusión social, el informe identifica un «grupo especialmente vulnerable», la población en exclusión social severa (98.000 personas), un sector que sufre paro persistente, precariedad laboral extrema, vivienda insegura inadecuada e «invisibilidad» por parte de los partidos políticos. Dentro de ese bloque el informe describe como «sociedad expulsada» a 38.000 personas.

A pesar de que la exclusión social se ha reducido en Baleares respecto a 2013 -desde la anterior edición del informe-, lo ha hecho con una intensidad menor que en el conjunto del Estado. «La bonanza económica ha impactado menos en las personas más excluidas de Baleares», ha lamentado Flores.

En concreto, 34.000 personas en Baleares han abandonado el umbral máximo de exclusión, y la 'sociedad integrada' -la que no tiene dificultades para llevar una vida digna- ha mejorado y representa un 43% de la población. Si se suman las personas en situación de 'integración precaria', supone el 89% de la población balear.

Estas cifras colocan a Baleares como la tercera Comunidad Autónoma con más exclusión de España, por detrás de Canarias y Extremadura.