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Unos 110.000 baleares se calcula que pueden sufrir migraña, la tercera enfermedad más frecuente, que afecta a un 12 % de la población, ha informado en un comunicado la Conselleria de Salud con motivo de la organización de las primeras Jornadas sobre la Migraña en las Islas Baleares en el Hospital Son Espases.

El objetivo de las jornadas es concienciar sobre esta enfermedad que es hasta tres veces más frecuente en mujeres que en hombres, or factores hormonales y genéticos, y cuya máxima actividad suele aparecer en la adolescencia y hasta los 55 o 65 años, a pesar de que también afecta de forma importante a los niños (a un 6 %).

De las 110.000 personas que pueden sufrirla en Baleares, casi la mitad no están diagnosticadas, y se calcula que un 20 % de afectados tienen migraña crónica, con lo que pueden llegar a sufrirla cada día.

La consellera de Salud y Consumo, Patrícia Gómez, ha presidido la inauguración de las jornadas que se desarrollan hasta sábado al Hospital Universitario Son Espases y ha destacado que servirán de punto de encuentro «para intercambiar ideas y para elaborar estrategias que permitirán mejorar la calidad de vida de los pacientes».

Gómez ha elogiado que en estas jornadas hayan participado pacientes porque «no de los hitos más importantes que se han logrado los últimos años ha sido consolidar la cultura de tener en cuenta a los usuarios a la hora de tomar decisiones que les afectan».

La migraña es un tipo de dolor de cabeza crónico que se caracteriza por episodios repetidos de gran intensidad, que pueden impedir a la persona afectada desarrollar sus actividades diarias. Es la primera enfermedad neurológica y entre el 70 y el 80 % de los casos tiene una alta influencia genética.

Se caracteriza por la aparición de crisis o ataques con dolor de cabeza intenso, al que se pueden añadir otros síntomas como náuseas, vómitos, pérdida de hambre, diarrea e hipersensibilidad a cualquier estímulo. Estos síntomas se ven agravados con cualquier actividad física cotidiana. Además, un 20 % pacientes tienen «auras», que son síntomas que indican que hay una disfunción neuronal.

Durante estos episodios —que pueden durar entre veinte minutos y una hora— las personas pueden sufrir alteraciones del habla, pérdida de la visión, hormigueo e incluso parálisis de las extremidades.

La OMS cataloga la migraña como la sexta enfermedad más discapacitante y afirma que tiene un gran impacto en la productividad laboral y en los costes sanitarios. Supone el 10 % de las visitas al médico en atención primaria, el 20 % al especialista en Neurología y el 1,5 % del total de las urgencias hospitalarias.

Para tratar esta enfermedad compleja hay que llevar a cabo un abordaje multidisciplinario. Por un lado, existen tratamientos farmacológicos para las crisis de migraña y otros preventivos que tienen por objetivo reducir la frecuencia de los ataques y mejorar la vida de los pacientes.

Además del tratamiento farmacológico es muy importante realizar ejercicio físico moderado y regular, mantener una buena alimentación, dormir bien (al menos ocho horas diarias) e identificar y tratar otras enfermedades que pueden favorecer que aparezcan episodios de ataques de migraña, como la depresión, la ansiedad o el estrés.