Los hermanos Ruiz-Mateos (de dcha. a izda., primera fila) Zoilo, José María y Álvaro (de dcha. a izda. segunda fila) Javier, Pablo y Alonso, durante el juicio celebrado en Palma en el que se les acusa de presunta estafa en la compra de los hoteles Beverly Playa de Paguera y Beverly Park de Maspalomas. | Efe

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Los seis hijos varones del fallecido José María Ruiz-Mateos, actualmente presos por estafa, serán juzgados de nuevo en Palma desde el próximo lunes acusados de cometer el mismo delito, junto a su padre y dos testaferros también encausados, al dejar de pagar casi 14 millones de euros por un hotel en Mallorca.

Zoilo, Alfonso, Pablo, Javier, José María y Álvaro Ruiz-Mateos Rivero, junto con sus presuntos cómplices Nicolás Faure y Zoilo Pazos, se enfrentan a sendas peticiones de condena de 6 años de cárcel, el pago solidario de 13,9 millones de euros y 54.000 euros de multa cada uno.

Los Ruiz-Mateos están cumpliendo pena de reclusión desde finales del año pasado después de que el Tribunal Supremo rebajara a 2 años y medio de prisión las condenas de entre 5 años y 11 meses y 6 años y medio que la Audiencia de Palma les impuso por estafa en la compra de los hoteles Beverly Playa Paguera (Mallorca) y Beverly Park Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas).

En esta ocasión serán juzgados otra vez por la Audiencia de Palma acusados de estafa agravada por dejar de pagar 13,9 de los 23,6 millones de euros pactados por la compra al Grupo Miralles del hotel Eurocalas, en Calas de Mallorca (Manacor).

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, redactado sin tener en cuenta los antecedentes penales de la última condena a los Ruiz-Mateos, los hermanos y su padre, fallecido en 2015, participaron en la compra del establecimiento, firmada en mayo de 2006, mediante avales personales por 24 millones de euros.

La acusación pública considera que omitieron de forma deliberada su insolvencia, aprovechándose de la credibilidad personal de la familia y empresarial de Nueva Rumasa, si bien ninguno de ellos tenía ni tiene activo alguno a su nombre.

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El precio de venta fue de 23,6 millones, de los que pagaron inicialmente 789.000 euros y quedaron pendientes 22,8 millones. Según las acusaciones de la Fiscalía y particular, a los pocos meses de la operación, dejaron de pagar las cuotas mensuales y alegaron un puntual problema de tesorería.

La información económica, financiera y la aparente solvencia de los avalistas fue falseada apariencia con el único propósito de llevar a cabo la estafa, sostienen.

En noviembre de 2006, dos personas que actuaron como intermediarios de los Ruiz Mateos hipotecaron el hotel por 25 millones, un préstamo que subrogaron por dos veces en mayo de 2008 por 20 millones en entidades distintas, algo que imposibilitaba cumplir una cláusula resolutoria del contrato de compraventa para devolver el hotel a su primer propietario libre de cargas.

Al haber dejado de pagar y mediante dichas operaciones hipotecarias, fue inviable la continuidad del hotel Eurocalas, incapaz de generar los recursos suficientes para hacer frente a semejante endeudamiento.

En enero de 2011, los acusados y el antiguo propietario del hotel renegociaron el pago rebajando la cuota mensual durante dos años y modificando uno de los avales a otra empresa del grupo Nueva Rumasa, Clesa. En febrero, los Ruiz Mateos hicieron pública su situación y dos meses después Nueva Rumasa solicitó el concurso voluntario de acreedores.

El escrito de acusación particular detalla que al querellante le entregaron una memoria de 2009 con previsiones millonarias para 2010 cuando sus empresas estaban ya al borde de la quiebra.

Calculan que de los 23,6 millones del precio de venta se han pagado 10,8, y quedan pendientes 12,8 además de más de 507.000 euros de intereses por la devolución de pagarés, con lo que cifran la estafa en 13,3 millones, a lo que añaden las actas de Hacienda, hasta 13.931.087 euros.