Cuatro de los seis MENAS que llegaron la semana pasada a la menor de las Pitiüses han sido transferidos al Consell de Mallorca tras una petición de ayuda de la institución insular de Formentera. Junto con otro menor de edad, son los nuevos solicitantes de ayuda que el IMAS ha recibido este mes de agosto. | ARCHIVO

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Medio año después de asumir las competencias del Govern, el Servei d’Infància i Família del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) tiene a su cargo a una cuarentena de menores no acompañados, a los que se le conoce como MENAS.

Solo el pasado mes de julio llegaron cinco menores que viajaban solos. Cuatro fueron ingresos policiales por orden de la fiscalía y uno a través de una solicitud de guarda y custodia.

La mayoría de los MENAS llegan a las islas en patera. De hecho, si el IMAS cerró el mes de julio asumiendo la tutela de 36 menores no acompañados que residen en alguno de sus centros de acogida de Mallorca, en la última quincena de agosto han recibido a cuatro menores procedentes de la patera que llegó la semana pasada a Formentera.

Respecto a las nacionalidades de los 36 MENAS que a 31 de julio dependían del IMAS, uno de ellos procedía de Egipto, 12 de Argelia, 4 de Ghana, 2 de la India, 4 de Malí, 9 de Marruecos, 3 de Senegal y uno de Libia.

Cuando llega a Mallorca un extranjero que parece menor sin acompañamiento, lo primero que se hace es verificar su edad con algún tipo de documentación o bien a través de los protocolos establecidos por los cuerpos de seguridad del estado y la fiscalía. A los menores de 18 años se les hace una valoración de su estado físico y se intenta contactar con su familia. De hecho de los cinco menores que ingresaron en el IMAS en julio, tres fueron devueltos con sus familias a su país de origen.

En caso de asumir su tutela, el Servei d’Infància pone a su disposición un servicio de acogida residencial básico para que sean atendidos y tengan todas las necesidades cubiertas en materia educativa, sanitaria, laboral o de gestión de documentación.

A partir del primer centro de acogida, los MENAS se van distribuyendo entre los diez centros de la red residencial de adolescentes del IMAS.

Reforma de la Ley

La consellera de Afers Socials, Fina Santiago, que conoce bien la trayectoria de los MENAS pues fue competencia suya hasta 2019, reclama al Gobierno una modificación de la ley de extranjería para otorgar mayores facilidades laborales y de inclusión social a los menores no acompañados, cuando llegan a la edad adulta.

«El problema de los MENAS es que al cumplir la mayoría de edad tienen un permiso de residencia de dos años y para seguir con este permiso necesitan un primer contrato de un año que nadie con 18 años y baja calificación lo consigue», se queja la consellera quien lamenta que se eche a perder el esfuerzo de integración que hacen los consells.