Una joven circula con un patinete eléctrico por el carril bici de Palma | Teresa Ayuga

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Cada vez es más habitual ir paseando por la calle y encontrarse con alguna persona que va circulando con un patinete eléctrico. El número de patinadores ha crecido en los últimos años pero muchos de ellos no conocen la normativa; ¿Por dónde pueden ir?, ¿es obligatorio llevar casco?

El auge de este nuevo medio de transporte ha hecho que, a falta de una regulación a nivel estatal, varios ayuntamientos de la Isla hayan aprobado o estén en proceso de aprobar una regulación que trate sobre la circulación de estos vehículos.

Uno de los primeros ayuntamientos en hacerlo ha sido el de Palma. Después de las elecciones municipales, los dirigentes decidieron emitir un decreto que trataba sobre el uso y las normas que deben seguir los conductores de patinetes eléctricos en Ciutat.
En dicho documento se indica que la edad mínima de los ciudadanos para circular es de 15 años. Al igual que el resto de vehículos, no está permitido conducir un patinete eléctrico bajo el efecto del alcohol u otras drogas y está totalmente prohibido ir por aceras, parques y jardines. Tampoco se pueden usar auriculares ni hablar por el móvil, recomiendan el uso de casco para evitar mayores daños en un posible accidente.

Tiendas especializadas

Ante el incremento de la popularidad de estos vehículos, varias tiendas de la capital balear han decidido especializarse en su venta. Una de ellas es Turbohobby, que lleva vendiendo patinetes desde el mes de enero. David Polo, propietario de esta empresa familiar, se muestra partidario de la nueva regulación y afirma: «Tanto como vendedor como usuario de patinete creo que el nuevo decreto que ha publicado el Ajuntament es todo un acierto, el carril bici está muy bien».

Otra de los comercios más populares es Roll and Roll, tienda especializada en patinaje desde el año 1993. Hace dos años que decidieron empezar con la venta de este tipo de patinetes y en los últimos meses han visto como cada vez había más gente interesada en comprarlos. «La normativa que ha aplicado el Ajuntament está muy bien porque establece un orden. Sabemos que hay gente que tiene dudas sobre si ir o no en patinete, pero debemos tener en cuenta que es una forma de transporte que respeta el medio ambiente», manifiesta Joan Mir, el propietario.

Riesgos

Durante los meses de verano, la cifra de usuarios que usan un patinete eléctrico para desplazarse aumenta. Cada vez son más los turistas que deciden recorrerse las ciudades y los pueblos de nuestra Isla en patinete. El hecho de que haya turistas y ciudadanos que no conocen este normativa provoca el incremento de los riesgos que supone la circulación de este tipo de vehículos.

En el año 2017, el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, decidió terminar con el desmadre que había con los patinetes eléctricos que circulaban por las aceras de Magaluf y prohibió su circulación tanto por las aceras como por la calzada.

Puede parecer que la postura del alcalde es un tanto radical pero los datos dicen totalmente lo contrario. En el año 2018, en España se registraron 273 accidentes y cinco de ellos fueron mortales. Además, la mayoría de ellos fueron causados por los patinadores.

En el caso de Mallorca, se ha visto como la falta de una regulación y el desconocimiento de las normas ha propiciado una serie de accidentes en los que se ha visto implicado algún patinete. La semana pasada un joven que conducía un patinete resultó herido de gravedad después de chocar contra un turismo en sa Calobra.

Part Forana

En la Part Forana aún queda mucho trabajo por hacer. Los ayuntamientos de los principales municipios todavía no tienen ningún tipo de decreto que se centre en regular la circulación de los patinetes eléctricos. No obstante, la mayoría de ellos están en proceso de aplicarlo.
Poblaciones importantes como Manacor y Pollença están trabajando para redactar una ordenanza lo antes posible. En el caso de Pollença, quieren presentar un decreto que permita la retirada de todos aquellos patinetes que las empresas alquilan y no están matriculados.

En el municipio de Inca, el consistorio tiene en marcha una propuesta para intentar incorporar la circulación de estos vehículos. En caso de que no se apruebe, tienen previsto aplicar la normativa de alguno de sus vecinos. «Todo está por hacer, estamos en una situación en la que necesitamos establecer un decreto y que todos los ayuntamientos hagan pequeñas aportaciones», declaran varios miembros del cuerpo de la Policia Local.