Con la fachada gris, el bloque de viviendas de la calle Emili Darder fue desocupado este lunes, previo pago del promotor, que no ha denunciado los hechos a la policía. | Jaume Morey

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La asociación de promotores inmobiliarios de Baleares, Proinba, cree que la Administración pública podría hacer más para evitar okupas. Piden una modificación del Código Penal que permita a la policía actuar con más agilidad y, por otro lado, acortar los plazos burocráticos para que los pisos no queden expuestos a posibles asaltos. Esta valoración llega después de que un promotor pagara una suma económica a un grupo de okupas que se habían instalado en cuatro pisos acabados de construir para que se marcharan.

Luis Martí, presidente de Proinba, explicó que «el principal problema» es la «falta de consenso» entre las formaciones políticas para reformar el Código Penal a fin de que la policía «pueda intervenir con más rapidez». «Esto es la base de una política para prevenir que se ocupen viviendas», recalcó Martí.

El presidente de los promotores inmobiliarios apuntó dos medidas más que les permitirán entregar los pisos con más rapidez y evitar así «el riesgo de que entren okupas». La primera es que los consistorios agilicen «el final de obras», un trámite que suelen tardar unos dos meses en completar. El otro es que las operadoras de telefonía y electricidad soterren el cableado de las nuevas promociones con más rapidez.

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Martí rechazó hacer manifestaciones concretas sobre el caso de la calle Emili Darder. No obstante, recordó que hace un par de años «ya se registró una avalancha de ocupaciones en chalets de Marratxí y otra en fincas rústicas». «Ahora parece que esas mafias se están desplazando hacia Palma», advirtió.

Investigación policial

El Grupo de Información de la Policía Nacional ha abierto una investigación para localizar a los componentes de un supuesto grupo criminal que se dedicaría a buscar pisos y fincas para ocuparlos con el objetivo de obtener un beneficio económico. Este grupo criminal no pretendería ocupar un piso porque carece de vivienda, sino «coaccionar y estafar» al promotor y obtener dinero, chantajearle con la amenaza de ocupar sus pisos. Esto es, al parecer, lo que habría ocurrido con el bloque de pisos de la calle Emili Darder, que los okupas abandonaron tras recibir una cantidad económica del promotor inmobiliario.