Erna Solberg está alojada en el hotel Riu Bonanza Playa, en Illetes (Calvià), junto a su familia. | Teresa Ayuga

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Erna Solberg (Bergen, Noruega, 1961) es la primera ministra de su país desde el año 2013 por el Partido Conservador. Su trayectoria política se remonta al año 1979, cuando entró en el gobierno local de su ciudad natal. Esta semana se encuentra de vacaciones en Mallorca junto a su marido y sus hijos, un destino en el que estuvo por primera vez hace 25 años con su hermana, y que también visitó el pasado año junto a un grupo de amigas.

Mallorca es un destino residencial que gana terreno en el mercado noruego, ¿a qué lo atribuye?

—¡Al clima! Estos días, en Noruega, las temperaturas aún están bajo cero por las noches, y en verano no superan los 18 grados. Además, mis conciudadanos valoran la buena calidad de vida que hay en la Isla. Cada vez hay más noruegos que pasan buena parte del año en Mallorca, e incluso trasladan aquí su residencia.

También hay muchos turistas de su país que viajan al resto de España.

—Sí, se ha convertido en nuestro primer destino vacacional. Hace unos años ya lo era en Dinamarca. El litoral Mediterráneo y la Costa del Sol son los sitios preferidos. Nosotros hemos visitado la zona de Alcúdia, una de las preferidas por los noruegos que pasan sus vacaciones en Mallorca.

¿Cómo están las conexiones aéreas entre su país y Mallorca?

—Cada vez hay más. Estos días tenemos hasta cuatro vuelos diarios entre Oslo y Palma, y van llenos. La conectividad es muy buena con los principales destinos españoles a los que viajamos los noruegos. Llama la atención que la única gran ciudad española con la que no hay vuelo directo es Madrid.

¿Qué le parece que Baleares haga pagar un impuesto a los turistas?

—Cualquier país, comunidad o municipio es libre de decidir cómo tiene que pagar el desgaste que conlleva la actividad turística. En Noruega tenemos el mismo debate con el esquí, porque el mantenimiento de esta actividad es muy costoso y se trata de lugares que visita mucha gente. Si no hay suficientes recursos económicos para mantener las instalaciones, el paisaje, las infraestructuras,... hay que buscarlos. Y me parece bien que los turistas paguen un impuesto.

¿Ha oído alguna queja de sus conciudadanos por tener que abonar la ecotasa?

—Ninguna. Es un tema del que no se habla en Noruega. Ni bien ni mal.

En Baleares se ha aprobado una ley para impulsar la movilidad eléctrica, Noruega es un país avanzado en este terreno.

—Sí, queremos prohibir la venta de coches diésel y de gasolina a partir del año 2025, y hemos lanzado un proyecto político para ello desde hace tiempo. En los primeros cuatro meses de este año, el 45 % de coches que se han vendido son eléctricos o híbridos, que están exentos de tasas. También impulsamos las renovables en el transporte público.