La candidata de Esquerra Diana Riba. | Jaume Morey

TW
37

Hace poco más de un año y medio, la vida de Diana Riba (Barcelona, 1975) dio un giro de 180 grados. Pasó del casi anonimato a convertirse en una de la voces que denunciaba la situación que viven los presos políticos de Cataluña. Su compañero, Raül Romeva, hace un año y dos días que está preso y se enfrenta a 16 años de prisión en un juicio que califica de político. Riba ha decidido alzar su voz y ahora se presenta como número dos de la candidatura de ERC al Parlamento Europeo, una cámara, precisamente, que tan bien conoce Romeva.

Hace poco más de un año regentaba dos librerías y hoy se presenta como número dos de Oriol Junqueras al Parlamento Europeo. ¿Por qué ha dado el salto político?
—Hace un año y medio decidieron cambiarnos la vida. No la cambio yo, nos la cambian con la utilización de un sistema judicial tan feroz. Cuando Raül entró en prisión nos cambia todo y uno debe colocarse en el lugar que le corresponde.

¿Ese lugar es la vida política activa?
—La represión me ha dado un motor interno muy grande, con ganas de luchar no solo por los míos o por lo que sucede en Cataluña, sino también por lo que ocurre en otros países. Cada vez que cierran o intentan encausar a alguien de manera injusta somos muchos los que salimos a la calle para reivindicar nuestros derechos. Aquí tenéis un ejemplo claro con Valtonyc que, por una canción, decidieron dejar muy claro que aquí no se puede hablar del Rey.

¿La defensa de la democracia y de los derechos y libertades serán su principal baza en Bruselas?
—Será uno de los temas importantes de la legislatura en el Parlamento Europeo. Se están vulnerando derechos en muchos más lugares de la Unión Europea y debemos ser muchos para parar esta deriva.

Noticias relacionadas

¿No cree que en octubre de 2017 Europa hizo oídos sordos a Cataluña?
—Durante el primero de octubre, el Estado español recibió una presión muy fuerte por parte de la Unión Europea para que dejara de utilizar la fuerza en las calles de Cataluña. Entiendo que no ha sido siempre, pero también debemos ver lo que se ha hecho. En los últimos meses hemos tenido muestras en parlamentos de diferentes estados, como hace unos días en el Senado francés, donde hay una clara posición en entender que nuestros presos son presos políticos, y lo que está pasando en Cataluña no debería pasar en la Europa del siglo XXI. Este trabajo continuará en la próxima legislatura.

¿Cómo se sobrelleva la situación de tener al compañero en prisión?
—Los aniversarios y fechas señaladas son muy difíciles. Los pasas y vuelves a encontrarte con la represión en casa, como que mis hijos solo pueden ver a su padre dos horas al mes. Esta situación hace que coja un avión y venga a Palma a explicar lo que estamos viviendo. Por cada demócrata que cierren en la cárcel o se deba de exiliar, muchos otros saldrán a la calle. No nos podemos quedar en casa.

¿Cómo se justifica más de un año en prisión provisional?
—El delito de rebelión lo pusieron dentro de la acusación provisional. Ellos están en prisión por rebelión, pero no hay ninguna prueba de ello. Esta acusación fue la necesidad de un juez para parar a todo un Gobierno y al Parlament. Se está dando a los jueces un poder que pueden parar incluso a un Parlamento como el de Cataluña. No hay separación de poderes.

¿Por qué Raül Romeva optó por quedarse?
—Raül tiene muy claro que hay una lucha por hacer ante el sistema judicial español y que presentarse ante el juez es una herramienta política que tenía que utilizar y defenderlo dentro de la prisión como lo hicieron también en su momento los insumisos u otros movimientos.