Los animales iban sueltos cerca del parque del Castillo de Bellver. | Click

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La dueña de un perro que fue atacado por otro que le multiplicaba el tamaño se queda con la mitad de indemnización que le hubiera correspondido por llevar suelto a su animal.
La Audiencia Provincial fija en 1.600 euros la compensación para la propietaria de un bichón maltés que sufrió el ataque de un pastor mallorquín en el Castillo de Bellver. La propietaria de perro más pequeño intentó separar a los animales y sufrió daños en un hombro. Reclamaba más de 9.000 euros pero el tribunal entiende que ella tuvo la mitad de la culpa por no llevar atado a su propio perro.

La sentencia revoca una previa de un juzgado de Primera Instancia que consideraba que el no utilizar la correa eximía de responsabilidad a la dueña de animal que provocó los daños. La Audiencia matiza esa resolución. Apunta que, como los dos animales iban sueltos en contra de las normativas municipales, las dos dueñas asumían el posible riesgo. Sin embargo esta responsabilidad compartida no exime a la que llevaba al animal que atacó.

La secuencia ocurrió en dos fases. Primero el pastor mallorquín dio un revolcón al bichón maltés. Su dueña no le ató y, más tarde se produjo un segundo incidente en el que el perro de mayor tamaño mordió al pequeño y, cuando la víctima intentó socorrerle sufrió daños en un hombro. «Las culpas concurren si bien una de ellas llevaba suelto el perro que se evidenció como animal peligroso y el causante del daño, la otra también llevaba suelto el suyo y, pese a constatar el riesgo en el rimer ‘revolcón’ dejó nuevamente, sin ejercer control sobre su mascota que ésta se acercara al perro, coadyuvando así al desenlace final». Así reduce a la mitad la indemnización.