Imagen de la procesión del Jueves Santo de 2015, cuando aún gobernaba el PP, con las banderas a media asta. | Teresa Ayuga

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Las puertas del Ajuntament de Palma permanecerán abiertas este año al paso de la procesión del Jueves Santo, con la fachada engalanada y representación institucional, y también en el Corpus Christi después de que el equipo de Gobierno apoyara ayer la propuesta realizada por el PP en este sentido. En cambio, el Pacte se negó a aceptar otra de las demandas de los ‘populares' que reclamaba que «las banderas del balcón de Cort permanezcan a media asta desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección como señal de respeto y en el marco de la tradición observada secularmente por este Ajuntament». «Desde el respeto a todas las creencias, consideramos que en un Estado aconfesional no procede tener las banderas a media asta», argumentó el concejal de Cultura, Llorenç Carrió.

El debate de esta propuesta encendió los ánimos en la Comissió de Serveis a la Ciutadania y evidenció las diferencias ideológicas entre la oposición y el tripartito cuando se habla de Religión. La edil del PP Antònia Roca acusó al Pacte de no respetar la tradición de estas fechas, a lo que Carrió alegó que «hay muchas formas de mostrar respeto», como el apoyo logístico que presta el Consistorio, según recordó el concejal de Igualtat, Aligi Molina. Añadió que «la única forma de garantizar la libertad de culto es un Estado aconfesional y que camine hacia el laicismo».

Roca insistió en que la izquierda «hace política de la Religión» desde el momento en que «cuando gobierna hace y deshace lo que le da la gana». «Parece que la religión católica le da más urticaria que otras», apostilló.

Bauzá recordó que él mismo había encargado un ramo de flores a Protocolo y cuando terminó de procesionar con su cofradía regresó a Cort y tuvo que llamar al retén de policías locales que siempre hay dentro para que le abrieran las puertas. «Recogí el ramo y pedí a los dos agentes que me acompañaran a hacer la ofrenda al Sant Crist de la Sang, gracias a lo cual se mantuvo una tradición que data del siglo XVI». Bauzá negó que se trate de un tema de izquierdas o derechas ya que recordó que «no vi a nadie del PP el año pasado en el Consistorio y, en cambio, 30 metros más allá, en el Consell, Miquel Ensenyat (Més) recibió al Crist».