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Un estudio de la Universitat de les Illes Balears (UIB) confirma que los desahucios por impago de alquiler en Palma se encuentran en los procesos de gentrificación y afecta a clases económicas medias y altas, mientras que las ejecuciones hipotecarias están relacionadas con procesos de empobrecimiento y estigmatización.

Así, los desahucios por alquiler en la capital balear tienen una geografía más difusa, pero se localizan especialmente en la zona de la Gerreria y Santa Catalina.

Son algunas de las conclusiones del estudio 'Els desnonaments de marca Palma. Geografies de la despossessió d'habitatge a través de la crisi', que ha sido elaborado por los investigadores Sònia Vives-Miró, Onofre Rullan y Jesús M. Gonzalez.

Este trabajo se enmarca en un proyecto de investigación del Grupo de Investigación sobre Sostenibilidad y Territorio del Departamento de Geografía de la UIB, acerca de las lógicas urbanas emergidas desde el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Uno de los autores, Onofre Rullan, pronostica que este proceso de gentrificación -transformación urbana de barrios deteriorados que provoca que la población de esta zona sea desplazada y sustituida por otra de mayor poder adquisitivo a causa de la revalorización de ese barrio- podría avanzar en los próximos años hacia el Eixample -Ensanche- y barrios como Pere Garau, tal y como ha ocurrido en la Gerreria, «una zona que estaba degradada y que presentaba expectativas de negocio importantes», ha explicado al respecto.

En este sentido, Rullan ha apuntado que las zonas que tienen más posibilidades de entrar en este proceso de transformación son aquellas donde el empobrecimiento genera expectativas de renta urbana más altas.

De acuerdo con el estudio, entre 2003 y 2014 en Palma se han llevado a cabo más de 18.000 desahucios, de los cuales el 77 por ciento han sido por impago de alquiler y el 23 por ciento restante de ejecuciones hipotecarias. El 75 por ciento de estos desahucios se han ejecutado desde que estalló la burbuja inmobiliaria.

A partir del análisis intraurbano, se constata que los desahucios presenta una geografía diferenciada.

Las ejecuciones hipotecarias presentan una geografía muy concentrada, alejada del centro, y en la parte oriental de la ciudad, especialmente Son Gotleu. Por su parte, los desahucios por impago de alquiler tienen una geografía más difusa y se localizan principalmente en Pere Garau/Foners, Camp d'en Serralta/Santa Catalina, la Gerreria, Camp Redó, Bons Aires y el Terreno.

En las conclusiones que se extraen del trabajo realizado en la UIB se apunta a los desahucios «no como efecto colateral de la crisis, sino como una estrategia de acumulación de rentas urbanas generalizada a través de la crisis».

Además, del análisis realizado se establece que «el rol de los desahucios de alquiler es facilitar el embellecimiento, la creación de diferenciales de renta y el cambio de usos hacia los turísticos, mientras que el papel de las ejecuciones es el de facilitar la devaluación y de intensificar el empobrecimiento y/o la estigmatización con tal de permitir la apropiación de rentas urbanas».