José Clemente, Pilar Gil y Raúl Serrano son tres de los demandantes. | M. À. Cañellas

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Un grupo de ocho personas va a presentar una demanda contra la EMT por presuntas irregularidades en el proceso de selección para cubrir plazas de conductor de la empresa municipal. Hasta doce aspirantes quedaron fuera de las cien personas seleccionadas –95 del turno libre y 5 del de discapacidad–, pese a haber sacado en el examen teórico un nota superior a la de corte, que se fijó en el 8,67. Pilar Gil, que sacó un 9,08, José Clemente y Raúl Serrano, que obtuvieron un 8,88, son tres de ellos.

La primera valoración fue este examen teórico y después la prueba de catalán, tras lo cual se publicó una lista de las personas que continuaban en el proceso. En esta lista, explica Pilar, «aparecen 108 personas, en vez de las 95 que debía haber para el turno libre». El siguiente paso fue la baremación de los méritos «y en este punto quedamos descartadas personas que habíamos sacado una nota superior a la de corte». Añade que «llegados a este punto no se nos dio opción a alegar por esta lista, que se publica el viernes 19 de febrero a las 20.00 horas y se indicaba que el lunes empezaban las entrevistas personales». Lo que les falló, explica José, es que aunque debían seleccionarse 95 personas para el turno libre, «quedaron 24 con una nota de 8,67, donde se fijó el corte, y tendrían que haber hecho una criba entre esas personas, dejando 11 y sumarlas a los 84 que habíamos sacado una nota superior, y después aplicar el punto del mérito, pero lo que hicieron fue aplicar ese punto antes de la criba, con lo que gente que tenía solo un 8,67 se colocó por encima de candidatos con más nota al sacar el punto del mérito y darles una nota alta en la entrevista».

En cuanto al nivel del examen, cuestionan su simplicidad: «nos tememos es que estaba diseñado para que aprobase casi todo el mundo, de hecho de 900 solo suspendieron algo más de 40, para que todo dependiera del mérito y la entrevista personal».