El apoderado y presunto testaferro de Iñaki Urdangarin, Mario Sorribas, a su llegada al edificio de la EBAP de Palma, donde se celebra el juicio por el caso Nóos. | Pere Bota

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El apoderado y presunto testaferro de Iñaki Urdangarin, Mario Sorribas, ha subrayado ante el tribunal encargado de juzgar el caso Nóos que, cuando estuvo vinculado a los negocios del exduque y del exsocio de éste Diego Torres, «si recibía cinco órdenes, cuatro eran de Torres y una de Urdangarin».

Sorribas, quien estuvo imputado durante la instrucción de la causa, ha sido inquirido por su papel al frente de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), considerada sucesora del Instituto Nóos, y en este sentido ha recordado que fue Torres quien le pidió figurar en la entidad en lugar de Urdangarin, puesto que éste «arrastraba una reputación negativa que no podía contaminar la imagen de la Fundación, por lo que consideró que mejor no tuviera en ella una presencia destacada».

Tal y como ha explicado a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, Torres le comentó que también estaba «preocupado porque cuando Urdangarin le explicó el proyecto de la FDCIS se atribuyó un protagonismo que no era recomendable».

Durante esta etapa, ha manifestado que de quien principalmente recibía órdenes era de Torres. De hecho, ha apuntado que formaban parte de la entidad «cuatro o cinco empleados que éramos convocados regularmente» por el exsocio de Urdangarin a diversas reuniones, en una de las cuales en la que el exduque estaba presente, éste puso sobre la mesa la posibilidad de contar con la fundación Madrid 16 «como donante» a favor de la FDCIS.

Fue así como se negoció el convenio para que la entidad ayudara a la fundación madrileña a preparar la candidatura de Madrid de cara a los Juegos Olímpicos de 2016, por el que la FDCIS percibió 114.000 euros a pesar de que, según los investigadores, los servicios nunca se llevaron a cabo.

Sobre esto, Sorribas, al ser preguntado sobre si se desarrollaron trabajos para Madrid 16, ha apuntado que, antes de que en enero de 2009 abandonara la fundación, «hasta el último momento había tarea en marcha».

Ruptura de relaciones entre Urdangarin y Torres

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Previamente, entre junio y julio de 2008, ha recordado cómo Torres acudió al despacho y anunció que «había roto relaciones» con Urdangarin. Al inquirirle Horrach si fue un hecho «sorpresivo», Sorribas ha reconocido que «de alguna forma sospechaba que esto iba a ocurrir puesto que desde hacía meses Torres ya venía mostrando un enfado o cierta acritud hacia Urdangarin porque éste estaba más dedicado a Telefónica, cada vez venía menos y estaba menos presente en la vida de la fundación».

Según ha señalado, se fue en 2009 de la entidad porque el proyecto que Torres le ofreció entonces «no me despertaba ningún interés profesional, no porque me diera mala impresión».

Según la Fiscalía, la FDCIS es una «prolongación» del Instituto Nóos tras haber sido constituida ante notario el 13 de diciembre de 2006, cuando habían pasado ocho meses de la teórica desvinculación del Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, de sus negocios. La entidad fue impulsada después de cederse en su favor todos los activos y pasivos resultantes de la Fundación Areté, creada el 2 de mayo de ese año.

La Fundación aparece vinculada a una supuesta estructura fiduciaria creada por Urdangarin y Torres para desviar dinero al extranjero, concretamente a Belice y Reino Unido, y donde jugaba un papel fundamental la sociedad De Goes Center for Stakeholder Management.

Se da la circunstancia de que Sorribas, en un correo que remitió a Torres el 29 de noviembre de 2007, propuso que otra persona firmase en su lugar en representación de la FDCIS, con el objetivo de que fuese «más difícil todavía relacionar el nombre de Diego con el de Iñaki en las hemerotecas...».

«Es fundamental que tomemos algunas precauciones»

En el email, Sorribas le comentaba al exsocio de Urdangarin: «igual es muy bestia lo que digo, pero ¿crees que podría ser interesante que otra persona, tal vez Javier Nieto, fuera quien firmara por la Fundación en vez de ti?». El encausado elucubraba sobre estas posibilidades en el marco del «escenario» que se planteaba con motivo de la firma de un convenio con una compañía eléctrica. «Es fundamental que tomemos algunas precauciones», aseveraba.

En concreto, la FDCIS fue fundada por el empresario catalán Joaquim Boixareu, con una aportación de 30.000 euros. Tal y como aseveró Boixareu ante el juez, impulsó esta sociedad como favor a Urdangarin, si bien negó haber actuado como testaferro y aseguró que nunca ha tenido nada que ver con el Instituto Nóos ni con ninguna de las sociedades vinculadas al Duque y a Torres.