Mateo Isern. | Joan Torres

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Este miercoles es un día importante para el exalcalde Mateu Isern. Una docena de pesos pesados del PP le van a reclamar que exija ser número uno al Congreso en las generales. La comida se celebrará en un lugar discreto del extrarradio de Palma o de la Part Forana. Estarán, entre otros, los exconsellers Biel Company (líder de los regionalistas), Tito Fiol (apoyo palmesano de Isern) y Pere Rotger (padre espiritual del regionalismo). Habrá otros. «Todos de importancia». No estará Miquel Vidal, que pasa el día en Madrid haciendo deberes. Pero el presidente en funciones está perfectamente informado. De hecho, en el pleno de este martes en el Parlament Biel Company se pegó a Vidal en los pasillos y le largó a la oreja toda la jugada. No quieren a Isabel Borrego de número uno al Congreso «ni pintada por El Greco». No pueden arriesgarse a otro fracaso en las urnas el 20-D. «Isabel no tiene ningún peso en Mallorca». Exigen a Isern, «por mucho que José María Rodríguez se ponga a bailar jotas y a echar gritos». Esta vez no le escucharán.

Faltan pocos días para que Rajoy disuelva las Cortes. Y Miquel Vidal ya ha dicho que cuando eso se produzca no tardará mucho en anunciar el nombre del número uno. Es prácticamente seguro que este miércoles en Madrid le comunicará a la cúpula de Génova que «el partido opta por Isern», que además está bien visto en Madrid, por mucho que Borrego sea la mujer de un influyente dirigente del PP de Madrid.

En la comida es posible que se produzca la transformación de Isern, que ha andado de capa caída en los últimos meses, mostrando su decepción a todos los que han querido escucharle, insinuando incluso que quería dejar la primera línea política. Pero todo cambiará. Entre todos le van a levantar la moral «y lo que haga falta».

En el trasfondo se encuentra también la batalla de Palma. Si Rodríguez se pone farruco y se opone de forma airada a esta decisión de hacer remontar el vuelo a la Ave Mateu, es posible que choque con una parte del PP-Palma. Militantes como Tito Fiol o incluso Aina Aguiló ya están al quite para hacer de dique a los rodriguistas y dar el mayor impulso posible a la candidatura de Isern.

La comida de este miércoles va más allá de la proyección de un candidato. Es el primer paso de cara a establecer una nueva correlación de fuerzas con la mirada en el congreso regional de la próxima primavera. Esa es la verdadera batalla de Company y de Fiol, con Isern en cabeza para recuperar posiciones en las próximas generales.