La consellera Catalina Cladera, con Joan Martí, el interventor de la Comunitat. | Caib

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El Govern lo tendrá muy complicado para elaborar un proyecto de Presupuestos para 2016 que recoja todas las promesas incluidas en el acuerdo firmado por los partidos de izquierda. Las cifras de financiación autonómica que este jueves ofreció el ministro Cristóbal Montoro, unidas a la inflexibilidad del Gobierno en materia de déficit, dejan al Govern con las manos atadas a la hora de hacer la previsión de gastos de 2016.

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Balears recibirá del Gobierno 2.168 millones de euros, a los que el Govern podrá sumar 111 millones más de déficit autorizado, lo que da 2.279 millones. El resto hasta cubrir los gastos correrá por cuenta de la Comunitat.

El Govern tiene mecanismos propios de financiación, como son los tributos cedidos, y la recaudación del año pasado fue de 628 millones, lo que deja un margen cercano a los 3.000 millones de euros de ingresos reales. Con ese dinero, el Ejecutivo no cubre ni los gastos mínimos que tiene cada año, así que la única opción que le queda es recurrir a los bancos y endeudarse más o buscar nuevos vías de ingresos a través de otros impuestos.