Uno de los últimos encuentros entre José Ramón Bauzá y Gabriel Cañellas fue en la comida organizada por Onofre Plomer. | Pere Bota

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Bauzá recurre a Cañellas para intentar evitar una pérdida de votos en sus propias filas. Teme un descalabro entre los votantes tradicionales del partido, muy críticos con su gestión, y ha pedido al expresident que le ayude.

Tras meses sin apenas dirigirse la palabra, Bauzá llamó al expresident para pedirle que se implique en la campaña. La respuesta de Cañellas no fue ni un sí ni un no, sino una condición: que tratara de limar asperezas con los militantes que han quedado por el camino durante esta legislatura y que ya se llaman a sí mismos con el apodo ‘los agraviados’ de Bauzá.

El presidente del PP ha organizado para este viernes una cena a la que asistirán cerca de 400 de estos militantes históricos, molestos con Bauzá. Están citados militantes históricos de todos los municipios de Mallorca.

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Los alcaldes y presidentes de comités locales han sido los encargados de hacer una lista con nombres de esos militantes históricos desengañados con Bauzá.

Han sido convocados exdirigentes como Joan Fageda, Francesc Fiol y Joan Flaquer.

Un dirigente del partido explicó que la intención es movilizar a una serie de militantes, claves para la formación, con el ánimo de pedirles que hagan campaña a favor del PP en sus respectivos municipios.

El organizador de este intento de acercamiento de Bauzá a los sectores más reticentes del partido es el secretario general de la formación, Miquel Vidal.