Los expertos prevén que esta temporada será complicada para los alérgicos de Balears.

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Las personas que sufren alergia ya pueden estar preparadas. La primavera se presenta complicada para los alérgicos de Balears, por lo menos es lo que apuntan los datos de polinización hechos públicos por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).
La lluvia, la humedad y la temperatura harán que estos meses el total de polen de las gramíneas sea de 5.600 gramos por metro cúbico, lo que será determinante no solo para los alérgicos a este polen sino también para aquellas personas que tiene alergia al olivo, pues la primera alergia potencia a la segunda.
Los pólenes son gránulos microscópicos que tienen una función reproductora en las plantas. El clima y la localización geográfica marcan la presencia de pólenes en cada comunidad autónoma y su aparición en determinadas fechas del año. En Balears, en enero y febrero predomina el polen del ciprés; de marzo a mayo la parietaria conocida popularmente como ‘morella roquera’; el olivo (marzo-abril) y las gramíneas (abril-mayo).
La doctora Kraemer, especialista en Alergología de Clínica Juaneda, indica que: «la parietaria, que crece en forma de maleza en bordes de caminos, tapias y solares; es muy típica en Balears. También lo son el olivo, las gramíneas y los cipreses. Así como el platanero, con alta presencia en el centro de Palma».
Kraemer explica: «Los síntomas de la alergia son similares a los de un resfriado común en forma de rinitis y conjuntivitis, se acompañan de estornudos y picor en la nariz. ¿Cómo sabemos si es alergia o un simple resfriado? Cuando el resfriado dura más de lo normal (más de 7 días), no hay presencia de fiebre, la mucosidad nasal es acuosa y si suele aparecer coincidiendo con las fechas de polinización es alergia».
Por su parte, los doctores Pujades y Tovar del Centro de Patología Alérgica del hospital Quirón Palmaplanas, destacan la importancia de prevenir los síntomas de la alergia, que suelen acompañarse de sensación de falta de aire, opresión torácica o sibilancias (pitos). Además de la prevención es importante que el paciente se someta a un tratamiento sintomático y otro específico para la alergia. En lugar de gritar: ‘¡Maldita primavera!’, lo importante es ir al médico.