Agentes de la Policía Local controlan los carruajes y los permisos y un veterinario examina a los caballos. | Guillem Picó

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Estos días, las 28 calesas que prestan servicio en Palma (23 en la ciudad y 5 en la zona de s’Arenal), deben pasar una inspección en el cuartel de Sant Ferran.

Este examen se realiza una vez al año antes de la temporada de verano y compete a las áreas de Sanidad, Movilidad y de la Policía Montada.

El departamento de Sanidad aporta un veterinario que examina las condiciones en que se encuentran los caballos. Los agentes de Movilidad y de la Policía Montada vigilan el estado de los carruajes y la documentación.

Desde la policía se indica que la finalidad de las inspecciones es ofrecer garantías a los clientes y velar por los animales.