Fachada del Casino Teatro Balear. | J.- TORRES

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El 21 de octubre de 2014, el Casino Teatro Balear informó al alcalde Mateo Isern que estaban realizando las obras, ya que habían «obtenido el 23 de agosto de 2014 el permiso de instalación y de obras de la actividad por silencio administrativo».

Ante esta situación, el promotor solicitaba la certificación acreditativa del silencio administrativo; ya que transcurridos los dos meses establecidos por ley, Cort no respondió a la solicitud de licencia.

Pese a la advertencia de que las obras se estaban realizando, Cort no tomó ninguna medida. Hasta el 19 de noviembre, días después de que MÉS denunciase que se estaban realizando obras, Urbanisme no envió a un celador municipal para que realizase una inspección.

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El teniente de alcalde d’Urbanisme, Jesús Valls, explicó que el celador llamó al timbre pero no le abrieron, por lo que no pudo realizar la inspección.

El 16 de diciembre, Cort solicitó al promotor que le permitiese acceder al Casino; dos días después le notificó una inspección de obras, que no se realizó hasta el pasado 9 de enero. El 16 de enero, el celador emitió un informe en el que comunicaba que los trabajos realizados excedían a los de reforma, para lo que sí se le había concedido licencia. Tres días después Urbanisme denegó la licencia y ordenó para las obras.

La Policía Local le notificó este jueves al Casino Teatro Balear la orden de paralización de las obras; el promotor tiene 15 días para presentar alegaciones y hasta que no se resuelvan el Consistorio no podrá paralizarlas. Los trabajos están «avanzados»; la prórroga para terminar el Casino termina el 28 de mayo. El promotor esperan que las instalaciones estén en marcha antes y contratar 174 empleados fijos, 90 de ellos de la escuela de Croupiers.