Iñaki Urdangarin ha declarado en dos ocasiones ante el juez José Castro. | M. Joy

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Diecinueve meses después de que se acordara el secreto de las actuaciones de la pieza separada del 'caso Nóos' denominada 'Itaca', el juez instructor del 'caso Nóos', José Castro, ha decretado el sobreseimiento provisional debido a que no ha detectado indicios racionales de delito.

Según un auto dictado ayer, el magistrado acuerda dejar sin efecto la condición de imputados de Matías Bevilacqua, el supuesto 'hacker' del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) contratado por Mario Pascual, abogado de Iñaki Urdangarin, Fredesvinda Insa y Oriol Roses.

Castro señala en su resolución que observando «las obligadas garantías procesales» se han hecho volcados de discos duros, se ha analizado su contenido y se ha procedido a recabar informes de expertos e interrogar a diversas personas, sin que esas diligencias arrojaran resultado alguno sobre la hipotética existencia de indicios delictivos.

Bevilacqua fue detenido en Barcelona en mayo de 2012 en el marco de la 'operación Pitiusa'. Un caso en el que se arrestó a más de un centenar de personas en todo el Estado, y que gira en torno a que detectives privados pagaban a funcionarios de Hacienda, la Seguridad Social, Guardia Civil y policía para obtener información confidencial. En su despacho la policía intervino un 'pen drive' en el que después se comprobó que había 30 mil correos electrónicos del 'caso Nóos'. El 'hacker' admitió en el interrogatorio al que los metió el fiscal Pedro Horrach en Barcelona que Pascual le pagó 6.900 euros para que le ayudara «a clasificar todo ese material».