El antiguo convento de las monjas dominicas está cerrado desde el año 2008. Fotos: JOAN TORRES

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El antiguo convento de las monjas dominicas, ubicado cerca del Polígon de Son Castelló, reabrirá sus puertas a partir del mes de mayo. El edificio, que en su interior está actualmente en obras, se transformará en un centro de acogida con viviendas sociales destinadas a familias con escasos recursos y a personas que hayan concluido su estancia en prisión y se estén reinsertando socialmente.

Centro social

Así lo ha reconocido el director gerente de Sant Joan de Déu, Joan Carulla, manifestando que la intención de la Ordre Hospitalària de Sant Joan de Déu es «no solo contar con el hospital sino también con centros sociales».

El proyecto, que actualmente está en fase de obras de puesta a punto del antiguo convento, dispondrá de 25 habitaciones dobles para familias con problemas de vivienda y 12 viviendas tuteladas para personas que se están intentando reinsertar socialmente.

Para ello, la Ordre Hospitalària de Sant Joan de Déu ha unido esfuerzos con la Delegación de Pastoral Penitenciaria del Obispado de Mallorca.

El coordinador de Pastoral Penitenciaria, Jaume Alemany, ha confirmado a este periódico que las obras de adaptación del antiguo convento están en marcha y que «la intención es poder abrirlo en mayo».

El edificio, que es propiedad de las monjas dominicas, ha sido cedido a la Ordre Hospitalària de Sant Joan de Déu y Pastoral Penitenciaria para llevar a cabo esta obra social.

El convento fue habitado por las monjas desde principios de la década de los 60 hasta que la congregación lo dejó en 2008, cuando las religiosas, de clausura, se trasladaron al convento de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) ante la falta de vocaciones. Anteriormente, hasta los años sesenta, habían estado en el desaparecido monasterio de Santa Catalina de Sena, que dio paso al centro comercial Los Geranios.