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El dinero negro alcanzó los 6.420 millones de euros en 2012 en Balears y se situó en el 24,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad, según los datos de los Técnicos de Hacienda (Gestha), que ayer presentaron el informe La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis. En el conjunto del Estado la economía sumergida se situó en el 24,6 % del PIB, superando los 253.000 millones de euros, 60.000 millones más que en el 2008. Ese incremento de dinero negro es generalizado en todas las comunidades y los Técnicos de Hacienda lo atribuyen a la crisis económica.

Pero existen otros motivos. Gestha achaca el aumento de la actividad económica en negro a la «falta de un eficiente control tributario» de las subidas de impuestos, la «multiplicación» de los casos de corrupción política y empresarial y la moralidad de la sociedad española, que «tiende a justificar cierto nivel de fraude fiscal».

Evolución

El informe revela que el volumen de la actividad económica en negro en España aumentó de media unos 15.000 millones de euros anuales desde el inicio de la crisis en 2008, cuando la tasa de la economía sumergida se situó en el 17,8 por ciento del PIB. En Balears, la tasa ha pasado del 19,3 % en el 2008 al 24,8 % del año pasado.

El valor más alto se alcanzó en el 2011, cuando la economía sumergida se situó en el 25,3 % del PIB. En este contexto, EU calificó las cifras conocidas ayer de «terribles» y denunció «un auténtico expolio de recursos públicos por parte de los grandes evasores».

Por comunidades, Balears es la sexta con un menor porcentaje de dinero opaco, que oscila desde el 17,3 % de Madrid al 31,1 % de Extremadura, según puede apreciarse en el gráfico adjunto. Gestha indica que el mayor aumento del fraude fiscal se registró en las comunidades más castigadas por el colapso del ladrillo y el desempleo.

En este sentido, cabe señalar que si bien en Balears la crisis de la construcción ha tenido efectos muy nocivos en el mercado laboral, el sector turístico ha paliado parte de estas consecuencias. Además, el ‘boom’ inmobiliario no tuvo la misma incidencia en las Islas que en otros lugares de España, como en la costa levantina. De todos modos, los sindicatos han denunciado el aumento de trabajadores al margen de cualquier tipo de control fiscal en los últimos años en Balears.