Varias personas han protestado hoy contra la ordenanza cívica en el pleno de Cort. | Joan Torres

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El pleno del Ajuntament de Palma ha aprobado hoy de manera definitiva, con el apoyo del PP y el rechazo del PSIB y MÉS, el presupuesto municipal de 2014 que asciende a 382,2 millones de euros, un 5% más (18 millones) que en 2013, así como la congelación de tasas e impuestos municipales y la ordenanza de ruidos.

El último pleno municipal del año ha servido para dar el visto bueno a las cuentas municipales tras el periodo de exposición pública para que las entidades ciudadanas presentaran sus propuestas de mejora.

Al final, seis entidades han formulado propuestas, aunque no han sido aceptadas ninguna por parte del PP. Dos que afectan a Establiments ya está contempladas en el presupuesto y otras dos iniciativas pretendían una enmienda total a las cuentas municipales, una de ellas presenta por el sindicato CCOO.

Congelación de impuestos

El portavoz municipal y concejal de Hacienda de Cort, Julio Martínez, ha destacado «el esfuerzo» realizado por el gobierno municipal para congelar todos los impuestos y tasas de Palma, y ha mantenido que el presupuesto de 2014 «da respuesta a la situación de crisis económica actual y a lo que los ciudadanos esperan».

Martínez ha mostrado su extrañeza porque la oposición también ha votado en contra de la congelación impositiva -PSIB y MÉS han propuesto una bajada- y también a la reducción en un 7,4 % del tipo municipal del IBI.

Los partidos de la oposición han sido muy críticos con las cuentas municipales del nuevo año y no han coincidido con el planteamiento optimista del portavoz municipal.

PSIB y MÉS han denunciado que se trata de unas cuentas que continúan dejando al margen «a las personas» y alejando a las instituciones de la ciudadanía.

Críticas de Calvo

En opinión de la jefa de la oposición, la socialista Aina Calvo, el alcalde ha aplicado el «rodillo» votando en contra de todas las enmiendas presentadas por vecinos, entidades y oposición.

«Con el presupuesto 2014, el PP dinamita el sistema de protección social de nuestra ciudad; no podemos compartir un presupuesto que reduce el gasto social y deja en la cuneta a miles de ciudadanos de Palma», ha declarado la portavoz municipal del PSIB.

«El PP entiende la atención social como caridad y no duda al recortar en programas de prevención de la exclusión social cuando el 18,5 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza», se ha quejado Calvo.

Aprobada la ordenanza de ruido

Además, también con el voto contrario de la oposición, el PP ha sacado adelante la nueva Ordenanza de Ruido y Vibraciones, que establece medidas más restrictivas para los locales de ocio y obliga a instalar limitadores-registradores de sonido en los nuevos locales de música que estén ubicados en edificios de viviendas, así como para los que incumplan la normativa.

La concejala de Sanidad y Consumo, Rosa Llobera, ha declarado que la normativa vela «sobre todo» por el descanso de los ciudadanos.

La obligación de los limitadores afecta a diversos tipos de negocios: las salas de fiestas, cafés-concierto y también a los bares musicales que comiencen su actividad tras la aprobación definitiva de esta normativa.

La nueva legislación sustituye a la ordenanza municipal contra la contaminación acústica de 1995.A partir de hoy, las multas serán mucho más altas. En concreto, las infracciones leves alcanzan los 600 euros cuando antes eran de 150 euros. Las faltas graves van de los 601 euros a los 12.000 euros, frente a los 300 euros que había hasta ahora.

Finalmente, las muy graves oscilan entre 12.001 a 300.000 euros, frente a los 600 euros de multa máxima vigente hasta ahora.

De este modo, la normativa de Palma se adapta a las normativas nacional y autonómica. Llobera ha destacado que «los ciudadanos no van a soportar más ruidos» y que la Policía Local dispondrá de una «herramienta» para saber cómo aplicar la normativa en cada caso concreto.