El entonces rector de la UIB, Avel·lí Blasco, intervino en la inauguración del retablo de Miquel Barceló en la Capella del Santíssim en febrero de 2007, una ceremonia que presidieron los Reyes y el obispo de Mallorca, Jesús Murgui. g Foto: J.T. | FOTOGRAFOS DEL GRUPO SERRA

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El rector de la Universitat de les Illes Balears, Llorenç Huguet, comentó ayer, tras la información publicada por nuestro periódico sobre el contrato suscrito entre el Cabildo de la Seu y Miquel Barceló en relación a los derechos de la propiedad intelectual que pesan sobre el retablo que realizó el artista felanitxer en la Capella del Santíssim, que «no estaría de más un gesto de Barceló hacia la misma Catedral o Mallorca».

No obstante, el rector quiso precisar que «no conozco los detalles de la negociación».

Por su parte, el exrector de la Universitat de les Illes Balears Avel·lí Blasco –promotor de la concesión del título de doctor honoris causa de la UIB al artista– no dudó en considerar «poco elegante» el gesto de Miquel Barceló, el cual, por medio de una sociedad francesa, ha reclamado los derechos de la propiedad intelectual sobre el retablo que decora la Capella del Santíssim de la Seu.

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El acuerdo firmado con el Cabildo supone que éste deberá liquidar al artista el 10 por ciento de las ventas que genere la comercialización de la obra mediante postales, carteles, pósters, guías o cualquier medio o soporte audiovisual. El importe de estas liquidaciones se calcula que no serán elevadas.

Blasco se mostró sorprendido por la reclamación de los derechos de Barceló al expirar, según ha admitido el propio Cabildo de la Catedral, el plazo de cinco años que figuraba en el contrato inicial –firmado en agosto de 2002– y que cedía durante cinco años los derechos al Cabildo.

Cabe recordar que la iniciativa de ofrecer a Barceló la posibilidad de realizar un retablo en la Catedral –el monumento más importante de la Isla– surgió como consecuencia de la concesión en 2007 del título de doctor honoris causa de la UIB, un proyecto que desde el primer momento contó con el apoyo del entonces obispo Teodor Úbeda.

Inaugurado en febrero de 2007 por los Reyes, la obra supuso un desembolso de 4 millones de euros, una financiación aportado por las instituciones públicas a través de la Fundació d’Art a la Seu.