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La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a un médico a indemnizar con 22.000 euros a un paciente a quien no informó sobre los riesgos de la biopsia ganglionar a la que fue sometido en enero de 2001, cuando el afectado era menor de edad, fruto de la cual de la cual le fue seccionado el nervio espinal. Una consecuencia que se produce hasta en el 11 por ciento de este tipo de intervenciones y que le provocó la limitación en la movilidad del hombro derecho.

El tribunal la Sección Tercera eleva la cantidad indemnizatoria a cuyo pago fue condenado el otorrino en primera instancia -9.000 euros-. La Audiencia señala cómo ha quedado plenamente determinado que a raíz de la operación quirúrgica para la extracción de una tumoración latero-cervical se produjo la lesión del nervio, uno de los riesgos que se derivaban y del que el menor ni sus progenitores fueron advertidos.

Pese a que la resolución no considera acreditada 'mala praxis' ni conducta negligente alguna por parte del demandado, puesto que la lesión es una de las complicaciones frecuentes que se derivan de la anterior intervención, el tribunal sí apunta a la omisión de una información adecuada y suficiente de este riesgo que, tal y como precisa, se produce «un porcentaje no desdeñable de casos» -del 4 al 11 por ciento de las operaciones-.

Así, la Sala asevera que el daño producido al paciente fue causa de la «pérdida de la oportunidad de decidir» someterse o no a la intervención una vez conocidos los riesgos a los que se exponía. «La falta de información privó al actor y a sus padres, puesto que era menor de edad en ese momento, de poder valorar la necesidad de la intervención en relación a las consecuencias que de la misma se podían derivar», un daño por el que, añade, deben ser indemnizados.