Alumnos, padres y docentes han llevado a cabo diferentes actividades durante los encierros. | P. Bota/ J. Torres

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Fue ayer según cientos de sus protagonistas «el primer día de otros muchos que se avecinan» en los que la comunidad educativa de 118 centros de enseñanza de Mallorca celebró una Diada per l’Educació Pública. Padres y madres de alumnos, profesores y empleados, celebraron asambleas al término de la jornada lectiva, en muchos casos hasta cerca de la medianoche, y algunos incluso se encerraron hasta el inicio de las clases de hoy. El objetivo era llamar la atención del Govern sobre su rechazo a los recortes de inversión en materia educativa y «una educación pública de calidad al alcance de todos».

El balance de la jornada fue no solo positivo «sino sorprendente dada la masiva participación» para quienes la habían convocado, la Plataforma Crida como entidad ciudadana, con el apoyo de los sindicatos CC OO, UGT y STEI-i, además de la Confederación de Asociaciones de padres de Alumnos (COAPA).

Mezquindad

Para todos ellos, consultados por este diario, «lo verdaderamente mezquino por parte del Govern, a través de la Conselleria d’Educació, fue la circular enviada ayer a los directores de los centros educativos en la que les exigían un informe al final de la jornada sobre actos desarrollados, así como posibles incidencias, gastos ocasionados y por si acaso roturas y despefectos, como si los miembros de la comunidad educativa fuéramos una tribu de salvajes».

Según la plataforma, los sindicatos y los padres de alumnos, «el burdo intento de coacción del Govern ha servido más bien para que personas que no tenían clara la movilización hayan participado». En el caso del colegio público sa Indioteria, la movilización se convirtió en encierro anoche para dos decenas de padres de alumnos.

Además del gran número de centros de Palma que secundaron la jornada, el Tancat per retallades fue seguido también en los de municipios como Manacor, Felanitx, Santanyí, Petra, Sant Lloreç, Porreres, Montuïri, Son Servera, Ariany, Artà, Vilafranca y ses Salines.

Por lo que se refiere a las comarcas del noroeste de la Isla las movilizaciones afectaron a centros de Inca, Sineu, Bunyola, Binissalem y Pollença. En todos los casos abundaban las camisetas verdes de Crida y en buena parte de las reuniones el hecho de que estuvieran presentes los alumnos llevó consigo además de actividades de entretenimiento para los más pequeños la organización espontánea de meriendas.

Fuentes de la Plataforma Crida señalaron a este diario que «el éxito de la jornada significará en el segundo trimestre nuevas movilizaciones en favor de la calidad de la escuela pública».