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La exalcaldesa de Palma Aina Calvo declaró ayer en calidad de testigo ante el juez instructor del ‘caso Ossifar’, Pedro Barceló, que el expresidente de UM y exconseller de Turisme Miquel Nadal, le advirtió, por primera vez, de la existencia de un posible foco de corrupción en Emaya en la pasada legislatura.

«Nadal me dijo en un encuentro informal que dentro de la empresa municipal existía la sospecha de que el señor (Germán) Chacártegui había gestionado el pago de contenedores soterrados por un precio más alto del que se pagaba en otros lugares», afirmó Calvo. Chacártegui era el responsable de Medi Ambient de Emaya.

Añadió que a partir de ese momento pidió información a las distintas áreas del gobierno municipal para conocer el alcance de esas irregularidades y, también, se celebraron reuniones en las que participaron, entre otros, la entonces presidenta de Emaya Cristina Cerdó y la que más tarde le sucedería en el cargo, Malén Tortella.

Contenedores

«Comprobamos los precios y nos dimos cuenta de que estábamos pagando cantidades más altas por los contenedores», señaló.

Calvo subrayó que recopilaron toda la información para denunciar los hechos ante la Comisión Nacional de la Competencia y, más tarde, informar a la Fiscalía de Balears.

Matizó que Cristina Cerdó «no creía necesario» acudir al Ministerio Público y que, poco después, el propio Miquel Nadal le anunció que la entonces presidenta de Emaya iba, finalmente, a firmar la denuncia.

Por entonces, Cristina Cerdó ya había despedido a Chacártegui.