Las grabaciones a los presuntos extorsionadores se realizaron en el primer piso de la empresa de climatización.

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La policía judicial ha aportado al sumario del 'caso grabaciones', el intento de chantaje a dos empresarios de Palma por parte de un administrador concursal y dos empleados, un resumen de las conversaciones entre los supuestos extorsionadores. «A partir de ahora, a trapichear y a pillar», comentan en un momento los sospechosos.

La transcripción de los diálogos se ha volcado en soporte de papel y en cedés, y constituyen la principal prueba aportada al juez por los dos empresarios supuestamente chantajeados.

La investigación la está desarrollando el juzgado de Instrucción 11 de Palma, que debe decidir si son válidas las grabaciones realizadas a través de un teléfono móvil y de un sistema instalado en los aparatos de aire acondicionado de la empresa, actualmente en fase de liquidación.

El supuesto chantaje afectaría a dos empresarios de empresas del ramo de la climatización, y el dinero exigido ascendería a 300.000 euros a cada uno.

Según consta en las transcripciones de los diálogos, el abogado concursal habría expresado su temor a ser grabado por las cámaras de seguridad de una entidad bancaria donde se iba a realizar la entrega del dinero. Por ese motivo, acuerdan recibirlo en un aparcamiento, lejos de la vista de terceros.

Sobresueldo

También, queda de manifiesto la intención de los dos empleados de utilizar todos los recursos disponibles para obtener «un sobresueldo» con la venta de material de la empresa concursada. En ese contexto, comentan, según el resumen policial, que no les interesa que los activos de la empresa se vendan rápido «sino despacio y mal, ya que así irán chupando y cobrando de lo que vendan bajo mano».

Este caso ha causado una gran conmoción en el sector de los concursos de acreedores, ya que uno de los supuestos chantajistas, el abogado J. S., fue designado por la juez de lo Mercantil que se hizo cargo del proceso de la empresa, y es muy conocido entren los letrados concursalistas.

En las grabaciones, los dos empleados dicen que con la venta de máquinas de aire acondicionado «van compichados con J. S.», y que si «alguien se va de la lengua» no les preocupa ya que (J. S.) está metido en el ajo y es el que ha dado pie para ello».

«Cuando se enteren los socios de la empresa nos van a denunciar y aquí la hemos cagado y estamos muertos», señala uno de los empleados, según el resumen policial de las declaraciones. El abogado concursalista, por su parte, ha denunciado a los dueños de la empresa de climatización por emitir facturas falsas y diversas irregularidades fiscales. Esta causa la está investigando el Juzgado de Instrucción 1 de Palma.