El presidente de la Comunidad Judía de Balears, David Kaisir, en un momento de su intervención. | Joan Torres

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Un sencillo acto que tuvo lugar ayer en la sinagoga de Palma presidido por David Kaisin, máximo responsable de la Comunidad Judía de Balears, conmemoró el veinticinco aniversario de la inauguración del templo, «el primero que se abrió en Mallorca 500 años después de la expulsión de los judíos de España».

El president del Parlament, Pere Rotger; el vicario general del Obispado, Lluc Riera; la directora general de Relacions Institucionals, Carme Lliteras; la cónsul de los Estados Unidos y el presidente de ARCA y de Llegat Jueu, fueron algunos de los representantes de la sociedad civil que asistieron a la conmemoración.

Kaisir reconoció que «la comunidad judía en Mallorca está menguando; la forman 80 familias y alrededor de 10 personas de origen xueta. El judaismo no es proselitista». En su intervención indicó que «el respeto comienza con el entendimiento» y advirtió que «en tiempos de crisis no debemos caer en los errores del pasado».