El patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, durante una rueda de prensa celebrada el pasado mes de mayo. | Efe

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El empresario José María Ruiz-Mateos está citado mañana a declarar en Palma acusado de haber estafado 14 millones en la compra de un hotel en Mallorca, después de que la jueza le obligue a comparecer al desestimar los problemas médicos que alegó hace unos meses para no ir al juzgado.

Seis días después, el 18 de enero, Ruiz-Mateos volverá a prestar declaración a petición propia ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz por otra presunta estafa cometida con los pagarés emitidos por las enseñas de su grupo empresarial.

En el caso de Palma, la magistrada Raquel Crespo, del Juzgado de Instrucción número 3, cita en una providencia al empresario como imputado en los juzgados de la capital balear a las 10.00 horas, en vista de que el pasado julio no acudió a declarar por problemas de salud.

La jueza remitió en su día los informes médicos aportados por Ruiz-Mateos al forense para determinar si estaban fundados y este último manifestó que no existe ningún impedimento para que se traslade hasta Palma para prestar declaración.

Tanto el empresario como varios de sus hijos están acusados de haber estafado 14 millones de euros en la compra de un hotel en Mallorca.

La querella que se investiga la interpuso el hotelero Francisco Miralles, que vendió en 2006 a una empresa de Zoilo Pazos, sobrino de Ruiz-Mateos, el hotel Eurocalas por 24 millones de euros mediante un contrato en el que el empresario gaditano y sus hijos varones actuaron como avalistas.

Miralles asegura que los Ruiz-Mateos le deben 13.931.087 euros, más los intereses de demora, por el establecimiento turístico, sobre el que además pesa una hipoteca de 19 millones de euros.

La querella criminal relata que en mayo de 2006 la sociedad Calwell, de la que es titular Zoilo Pazos, adquirió con el aval de los Ruiz-Mateos el hotel Eurocalas, situado en Calas de Mallorca, en el municipio de Manacor.

Varios de sus hijos, así como su sobrino, ya declararon ante el juzgado palmesano y atribuyeron a José María Ruiz-Mateos la decisión de comprar el hotel y las posteriores gestiones en torno a él.