El obispo de Mallorca Jesús Murgui presidió ayer en la Catedral de Palma la misa concelebrada con unos 20 sacerdotes, organizada como acto de clausura del 50 aniversario de Cáritas Diocesana de Mallorca. | Jaume Morey

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«Agradecemos los años de servicio de Cáritas Diocesana de Mallorca y, en especial, su ayuda a los más necesitados» afirmó ayer el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, durante su homilía en la misa concelebrada con 20 sacerdotes que se llevó a cabo ayer en la Catedral de Palma con motivo de la clausura de los actos del 50 aniversario de Cáritas Diocesanas de Mallorca.

La celebración religiosa contó con la presencia del delegado y director de Cáritas, Antoni Vera; la consellera de Benestar Social y presidenta del Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS), Catalina Cirer, y la directora general de Família i Benestar Social del Govern, Margalida Ferrando.

El obispo, que durante la homilía habló en catalán y castellano, recordó que tal día como ayer, hace ahora 50 años, el obispo Jesús Enciso fue quien puso en marcha lo que hoy es Cáritas de Mallorca, que atiende una media anual de más de 6.000 personas a las que, en muchos casos, se les da ayuda directa para poder vivir.

Tras la eucaristía solemne en la Seu los asistentes pudieron disfrutar de un refrigerio en los jardines del Palau Episcopal.