Afluencia de ciudadanos ayer en el Cementerio Municipal de Palma. | P. Pellicer

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Muchos ciudadanos se acercaron ayer al cementerio municipal de Palma para llevar flores a sus muertos, como manda la tradición, pero con varios días de antelación.

Una costumbre que cada año va a más y que en este 2011 permitirá no solo evitar aglomeraciones sino también salir de la ciudad o viajar durante el puente.

A pesar de los numerosos ciudadanos que se acercaron ayer al camposanto, el dispositivo para organizar esta festividad no comienza hasta hoy, hecho que se saldó con algunos quejas ya que varios policías locales «no paraban de poner multas», comentó uno de los afectados.

El cierre del acceso lateral a la parte antigua del cementerio de Palma también suscitó críticas, en concreto, las de una familia que acudió con uno de sus miembros en silla de ruedas: «Así es imposible entrar, no podemos subir las escaleras», lamentaron.
El dispositivo que hoy comienza se mantendrá hasta el 1 de noviembre y contará con un contingente de 50 agentes de la Policía Local de Palma.