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Los grupos municipales del PSM-IV-ExM y del PSIB han presentado una proposición conjunta al pleno del Ayuntamiento de Palma del próximo 27 de octubre en la que reclaman el mantenimiento de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma, basada en la titularidad pública de las zonas verdes, sus equipamientos y el edificio de GESA.

La oposición pretende, según han dado a conocer los socialistas en un comunicado, «asegurar el uso público destinado a servicios municipales y otras administraciones para que suponga un ahorro para el Ayuntamiento», así como «garantizar la participación de las entidades cívicas de Palma en parte de la gestión de los espacios del edificio para hacer efectiva la participación ciudadana y fortalecer el tejido asociativo de Palma».

La propuesta incluye también poner en marcha un plan de usos «económicamente viable», que contemple «la dinamización de los sectores productivos de la ciudad». En este sentido, el anterior equipo de gobierno presentó un plan de usos en el que se contemplaba un edificio con usos polivalentes que daba entrada tanto a la iniciativa pública, como privada en busca de la autosuficiencia.

El edificio situado en la avenida de Joan Maragall conocido como GESA tiene una protección de la cumbre debido a su carácter singular como muestra de la arquitectura racionalista de Palma, al tiempo que está situado en un lugar estratégico de la ciudad y constituye por sí mismo un referente tanto visual como territorial para toda la ciudad y para los barrios que lo rodean, Foners, Ses Veles y Polígono de Levante.

Por otro lado, según PSM-IV-ExM y el PSIB, las demandas de espacios de uso social para entidades ciudadanas de carácter social y cultural, así como para servicios a la ciudadanía, junto al hecho de que muchos de los servicios del Ayuntamiento se están llevando a cabo en locales y edificios alquilados que suponen una carga para las arcas públicas, ponen de manifiesto la oportunidad que ofrece este edificio para dar respuesta a estas necesidades reales.

Además, el edificio de GESA permite introducir un nuevo modelo de gestión pública y participativa. Es decir, que, según los socialistas, existe «la oportunidad de ofrecer este espacio a las entidades cívicas de Palma para que, conjuntamente con el Ayuntamiento, cogestionen actividades y proyectos dirigidos a todos los palmesanos.

Para los dos grupos, «existe una necesidad de espacios participativos para que las asociaciones de Ciutat puedan ofrecer a los ciudadanos de Palma un lugar propio y público para promover la cultura, la integración ciudadana a través de la gestión compartida pero también uno entorno a expresión personal y social creativa y de formación».

Finalmente, tanto el PSM como el PSIB no dudan de que «la capacidad del edificio y su adaptabilidad funcional es tan alta que permite sin problemas dar respuesta a las mencionadas demandas y todavía dar cabida a actividades económicas compatibles y complementarias con los usos sociales y administrativos, lo que contribuiría a la sostenibilidad económica del edificio».