Aina Calvo, en la presentación de su lista electoral el mes pasado. | Pere Bota

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La junta de gobierno aprobó ayer el código del buen gobierno, cuando faltan 47 días para que se celebren las elecciones municipales. El teniente de alcaldesa de Benestar Social, Eberhard Grosske, reconoció que habría sido mejor aprobarlo a principios de legislatura, pero argumentó que no ha sido posible. No obstante, añadió que el código ético no podría haber evitado los supuestos casos de corrupción de esta legislatura, tales como la 'operación Picnic' o el cobro de comisiones en la Funeraria, aunque sí se podrían haber dificultado. «Las cosas más burdas se hubiesen evitado, pero siempre hay maneras de corromper. Lo ideal es que no haya corruptos en las instituciones», aseveró Grosske.
El teniente de alcaldesa de Mobilitat, José Hila, señaló que el gobierno empieza a aplicar ya el citado código, aunque tiene que ser aprobado por el pleno. Lo más destacado del texto es:

FEMP. Cort hace suyo el código del buen gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y lo desarrollará.

Auditorías. Se realizarán auditorías externas anuales de gestión a los organismos autónomos y empresa municipales, que examinarán especialmente los expedientes de contratación

Oposición. Se incorpora la oposición y los representantes del tejido asociativo a los consejos de administración y rectores.

Subvenciones. Se publicará detalladamente el proceso de concesión de subvenciones y ayuda. Y se podrá ver en la web municipal.

Personal. La selección de personal adscrito a organismos autónomos y empresas públicas se hará con participación de la regiduría competente.

Sorteos. Los trabajadores que formen parte de los tribunales serán escogidos por sorteos, entre los que cumplan lo requisitos.

Valoración. Los expedientes de contratos menores, a partir de 6.000 euros, incorporarán tres ofertas de mpresas independientes y una valoración de los mismos por parte de un funcionario o trabajador municipal fijo.

Invitaciones. Se abrirá un registro de las invitaciones aceptadas a jornadas, actos, visitas, etc. con los gastos generados por la asistencia de regidores y altos cargos.