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Las dos asociaciones de restauración de Mallorca acordaron ayer convocar un cierre patronal, organizar una manifestación e instar a los propietarios de bares, restaurantes y cafeterías a apagar las máquinas expendedoras de tabaco, como medidas de presión ante los prejuicios económicos que les está provocando la prohibición de fumar en sus establecimientos.
Los presidentes de las asociaciones integrados en PIMEM y CAEB, Juan Cabrera y Pilar Carbonell, respectivamente, se reunirán esta semana para decidir el calendario de movilizaciones, que posteriormente se someterá a votación en una segunda reunión que confían en que sea masiva, según confirmaron ambos presidentes al término de una reunión celebrada ayer por la tarde en la sede de Sa Nostra, a la que asistió un centenar de empresarios.
Juan Cabrera afirmó que la ley del tabaco «ha sido la gota que ha colmado el vaso» en una situación de crisis económica general. «La gente está muy enfadada, al Gobierno se le ha ido de las manos y no ha sabido medir las consecuencias económicas de esta ley», afirmó el presidente de Restauración-PIMEM.
De acuerdo con las estimaciones de la patronal, la ley del tabaco está provocando unas pérdidas de facturación de entre el 30 y el 40 por ciento en los bares y cafeterías y de entre el 20 y el 25 por ciento en el de los restaurantes.
La presidenta de la Asociación de Restauración de CAEB, Pilar Carbonell, indicó al término del encuentro que la decisión de convocar un cierre patronal «está tomada», si bien destacó que todavía no está fijado el día de la protesta ni tampoco el de la manifestación.
Carbonell afirmó, no obstante, que los representantes de las patronales de restauración tienen intención de entrevistarse con los responsables de los partidos políticos para explicarles la situación y evaluar si tienen alguna capacidad de presión en Madrid.