Imagen de la cubierta del 'Giuilio Verne', que transporta 237 kilómetros de cable y la mitad del cable de retorno. Fotos: PERE BOTA | Pere Bota

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Red Eléctrica Española inicia hoy el tendido de la interconexión eléctrica entre la Península y Mallorca, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 375 millones de euros y que aportará a Balears la misma capacidad de generación que una central térmica, equivalente al 20 por ciento de la producción actual, al tiempo que mejorará la fiabilidad y seguridad del suministro y la competencia en la generación de energía en las Islas. El primero de los buques que realizarán el tendido, el Giulio Vern e, iniciará hoy los trabajos en la zona de Peguera.

Como se recordará, el enlace eléctrico submarino entre la Península y las Illes Balears unirá la subestaciones de Morvedre (Sagunto) con la de Santa Ponça-Son Bugadelles (Mallorca), en un trazado que ha sido elegido entre diversas alternativas teniendo en cuenta tanto la distancia, como la profundidad y características del suelo marino, así como el impacto ambiental.

Conexión eléctrica

En concreto, la longitud del cable alcanzará los 237 kilómetros y la profundidad máxima por la que transitará se sitúa en 1.485 metros. El director de Red Eléctrica en las Islas, Ramón Granadino, indicó que este proyecto es el «mayor reto» al que se enfrenta la empresa y el segundo más importante del mundo en sus características, sólo por detrás de la interconexión italiana entre la Península y Cerdeña (hasta 1.600 metros de profundidad).

El tendido del cable eléctrico se ha retrasado hasta el mes de enero como consecuencia de la disponibilidad de los dos únicos barcos capaces en el mundo de acometer una labor de estas características, el Skagerrak y el Giulio Verne , unos trabajos que finalizarán en el mes de febrero, de acuerdo con las previsiones.

Cabe recordar que Red Eléctrica adjudicó en mayo de 2007 los contratos de construcción del enlace submarino a la empresa Siemens, como responsable de las estaciones de conversión de Sagunto y Calvià, y al consorcio formado por la empresa italiana Prismyan y la noruega Nexans, propietarias de los buques que realizarán el tendido, el diseño, la fabricación y tendido de los cables.