Gran cantidad de jóvenes fumadores en la terraza de una conocida discoteca del Passeig Marítim. | C. Castro - CRISTIAN CASTRO

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Es el primer fin de semana del año sin fumar en sitios públicos cerrados. En un recorrido por las discotecas, pubs y clubes del Passeig Marítim se pudo comprobar que la ley se está cumpliendo de buena manera. En algunas de ellas inclusive hay carteles recordando a los visitantes la prohibición del tabaco.


Según opinión de los jefes de sala o propietarios, la ley ha sido respetada en la mayoría de los casos, «supone una molestia para los clientes, pero cumplen con la ley, la respetan». Por otra parte los jóvenes se quejan de este nuevo marco legal, comentando que es algo «arbitrario», «antidemocrático» y que «a la larga fomentará el botellón». «Si esta normativa es para beneficiar la salud de la población, entonces que no vendan más tabaco», comentaba bastante molesta una chica a la salida de un club, quien había salido 9 veces para poder fumar.

En algunas zonas de Palma, el casco antiguo y Santa Catalina, los vecinos ya comienzan a protestar por el ruido que se percibe a ciertas horas de la noche, producto de las risas o conversaciones de los jóvenes que se reúnen en el exterior de los bares para poder fumar. Este problema se verá incrementado en el verano, ya que habrá una mayor presencia de público en las calles, el tráfico y el ruido serán aún mayor.


La polémica continuará, pero lo que está claro es que la ley hay que respetarla y quien la incumpla se arriesga a pagar una multa de entre 30 a 100.000 euros.