Los operarios del Consell ultimaron en la tarde de ayer los sistemas de lectura de matrícula de los vehículos que utiliza el puente. | Santiago Viedma

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El Consell de Mallorca tiene previsto activar desde las ocho de esta mañana el nuevo sistema de peaje que comenzará a aplicar desde el próximo 1 de enero en el puente de Son Espases, en la carretera de Valldemossa. La medida, según fuentes de la institución, tiene por objeto paliar el elevado nivel de endeudamiento que ha supuesto la construcción de este nuevo vial -5,4 millones de euros-, que fue inaugurado hace unas semanas.

En un pleno que la presidenta del Consell, Francina Armengol, convocará con urgencia para el jueves -los acuerdos aparecerán publicados en el BOIB del viernes 31-, está previsto que se apruebe la tarifa del peaje, que será de 30 céntimos de euro en cada sentido. Todos los grupos políticos con representación en el Consell conocen el contenido de la propuesta y han manifestado su consentimiento, así como el compromiso de mantener el máximo sigilo sobre la iniciativa, que se hará pública en el mismo pleno del jueves.

Medida pionera

La medida adoptada por el Consell es pionera en Mallorca ya que, hasta el momento, el peaje del túnel de Sóller responde a una concesión de explotación por parte de una empresa privada, mientras que en el caso del puente de Son Espases el cobro será gestionado directamente por el Consell.

Dos cámaras lectoras situadas en cada sentido de la calzada, similares a las que se encuentran en los accesos a los aparcamientos, serán las encargadas de leer las matrículas de los automóviles que circulen por el puente y emitir el correspondiente recibo, que será remitido al domicilio del titular del vehículo.

En los primeros envíos, el Consell incluirá la posibilidad de domiciliar los posteriores recibos. Las negociaciones políticas, que siguen abiertas, tienen por cerrar algunos puntos claves de la aplicación del peaje, como son los abonos exclusivos para los vecinos de Valldemossa y Esporles, los profesores y estudiantes de la UIB, así como los coches de alquiler y autocares turísticos que acceden por esta vía a la Serra de Tramuntana.