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El president Antich informó ayer de que su Govern habrá invertido, durante esta legislatura, 656 millones de euros en mejoras sanitarias, destacando, entre otras, la construcción del Hospital Universitari Son Espases.

Mientras Antich, acompañado del conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, y la cúpula directiva de la Conselleria de Salut i Consum presentaba las inversiones sanitarias realizadas durante esta legislatura en el salón de actos del centro de salud Coll d'en Rabassa, la Federació de Serveis Públics de la UGT hacía público un comunicado sobre «la cara oculta de Son Espases», en el que denunciaba la «insostenible» situación del personal de admisión y de consultas en el nuevo hospital.

El president Antich y el conseller Thomàs explicaron que sólo en infraestructuras se han invertido 475 millones de euros; en investigación y formación un total de 8,3 millones; en tecnologías de la información, 89,5 millones; un total de 65,2 millones de euros en nuevas prestaciones sanitarias y 17,9 en la contratación de nuevos profesionales.

«La salud y la educación son prioritarios para nuestro Govern», afirmó Antich y dijo que esta importante inversión, es la «mayor cifra» invertida en sanidad a lo largo de la historia de la democracia.

Por su parte, desde la FSP-UGT han denunciado que la implantación del programa informático Milenium, unido al traspaso de las consultas externas a Son Espases «está sometiendo al personal administrativo a una carga laboral de tales dimensiones» cuyos efectos repercuten «en la vida laboral del personal facultativo y de enfermería».

Además sostienen que los celadores han manifestado que «no tienen espacio físico donde ubicarse», con lo cual, según la FSP-UGT, «desempeñan su labor en los pasillos, sin teléfonos o buscas para ser localizados si son requeridos desde las consultas» y añaden que los celadores no tienen «ni guantes que les protejan de posibles infecciones o aseguren una correcta higiene».